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El siniestro político Henry Kisisnger analiza la situación en Egipto, la cual percibe como el primer acto de un drama que tiene que ser actuado, generando especulaciones y teorías de la conspiración

Pocas figura más influyentes y oscuras en la política moderna que el estadista estadounidense nacido en Alemania, Henry Kissinger. El operador político de la familia Rockefeller y de la elite globalista, proveniente de una familia judía, representa como nadie la parte dura y manipuladora de la política exterior estadounidense, colocando la mano invisible de Estados Unidos en innumerables revoluciones, guerra y cambios de regimen en múltiples continentes. Basta sólo recordar su clara intervención en la caída del régimen de Salvador Allende en Chile en 1973. El mismo Kissinger negoció el fin de la guerra de Yom Kipur en la que Egipto y Siria atacaron Israel en octubre de 1973, iniciando un proceso de paz en el que Egipto se convertiría en aliado de Estados Unidos en la región, particularmente con la figura de Anwar Al-Sadat y más tarde con Hosni Mubarak, "El Faraón", quien después de más de 30 años en el poder como aliado estadounidense tiene una fortuna que se calcula oscila entre 40 mil millones a 70 millones de dólares. Cabe hacer notar que los estadounidenses otorgan en promedio mil millones de dólares en ayuda militar a Egipto.

Kissinger, como indudable experto en el tema, estratega de la "real politik" estadounidense y artífice de la escuela "realista" de la diplomacia, ha aparecido en un par de entrevistas en televisión hablando sobre la situación de Egipto. Pese a su estado inveterado hay un par de frases que valen la pena discutir. En el siguiente video Kissinger habla sobre la situación como si se tratara de obra de teatro política:

"Ahora todos están enfocados en la remoción de Mubarak.  Esa es sólo la primera escena del primer acto que tiene que ser actuado". Esta frase ha sido interpretada por conspiracionistas como una pista de que Estados Unidos está dirigiendo el escenario revolucionario en Egipto, ya sea fomentando la revolución -documentos de WikiLeaks muestran que EU apoyó a un líder civil que planeó el cambio de regimen en Egipto-  para conseguir un fin ulterior o quizás apropiándose de una genuina revolución popular para infiltrar su mano invisible y tener injerencia en el nuevo regimen. Esta última parece ser la más lógica, sin embargo es difícil saber en estos casos. Según Noam Chomsky, los levantamientos en Egipto son una genuina y admirable manifestación de la conciencia ciudadana democrática, sin embargo, el mimso Chomsky alerta que Estados Unidos suele aprovechar estas situaciones para salir bien parado en el reajuste e influir en la transición para proteger sus intereses (los cuales muchas veces son los mismos de Israel).

A Kissinger se le acusa de defender los intereses zionistas de familias como los Rothschild o los Rockefeller y favorcer a Israel en la región. Bajo la visión conspiranoica de que los Iluminati, los masones, los baqueros judíos, etc., controlan cada detalle del juego político mundial, las declaraciones de Kissinger son leídas como señales inconfundibles de la mano negra de la elite moviendo los hilos. Sin embargo, esto es sólo una conjetura y parece exagerado -más allá de que exista o no una conspiración global- que se pueda controlar todo lo que sucede en el mundo.

En el siguiente video Kissinger, casi ininteligible por las edad, dice en el minuto 4:44 que no está en el interés de Estados Unidos que se haga un efecto dominó en la región y que "esperamos que las aspiraciones públicas (de otros países en la región) sean moderadas y no radicales, que sean seculares y no islámicas" y poco después explora la posibilidad de que si la región se tornara radical e islámica "veríamos un cambio fundamental en el mundo que hemos conocido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial".  Algunos podrían interpretar estas declaraciones bajo el entendido de que una serie de revoluciones islámicas en Medio Oriente estarían trazando el camino para una Tercer Guerra Mundial, pero esto, de nuevo, sería mera conjetura. Sin embargo,  en el caso de este críptico personaje sólo nos podemos mover en el terreno de las conjeturas.