*

¿Cuál es la historia del contacto entre el director italiano Federico Fellini y el escritor peruano estadounidense Carlos Castaneda? ¿Por qué el famoso cineasta fue amenazado por brujos mexicanos? ¿Qué fue de su proyecto original, una película sobre Tulum?

Caracterizadas por un estilo onírico y visionario, las películas de Federico Fellini son la quintaesencia de una sutileza satírica y melancólica que ha dado contraste al cine italiano. Películas como I vitelloni , La strada , Le notti di Cabiria , La dolce vita , o Amarcord.

La inteligencia aguda siempre se arrodilló ante los sueños en Fellini, la narrativa ante el poder de la imagen, las cosas dichas no diciendo. Eso explica el interés del director italiano por el nahualismo y la obra del escritor peruano estadounidense Carlos Castaneda. También que se propusiera adaptar Las enseñanzas de Don Juan. Dice así este libro:

Un hombre de conocimiento es alguien que ha seguido de verdad las penurias de aprender. Un hombre que, sin apuro, sin vacilación, ha ido lo más lejos que puede en desenredar los secretos del poder y el conocimiento.

Castañeda le propuso a Fellini rodar la cinta en escenarios naturales de México, algo que dudó en primera instancia, demasiado acostumbrado a filmar en los estudios romanos de Cinecittá. Pronto quedaría más que claro que ese mar artificial que buscaba crearse ya existía y vibraba azul en el hoy pueblo mágico de Tulum, estado de Quintana Roo.

En 1984 el director viajó a la península de Yucatán, se entrevistó y se hizo amigo del escritor. Tendría distintas oportunidades para convivir con brujos mexicanos auténticos. El alucinante tour por México incluyó visitas al Mercado Sonora, un aprendizaje sobre plantas medicinales. Sin embargo, lo que Fellini comenzó a visualizar nunca lo convertiría en un película, sometido a una presión creciente por sospechas, discusiones y claras amenazas.

Los amigos brujos de Castañeda no escondieron su desconfianza por tener que compartir los secretos de su oficio con un extraño. Muy pronto Fellini se enfrentó al lado oscuro de su proyecto y del país, recibiendo llamadas atemorizantes y anónimas, perdiendo el interés por completar una cinta que quería homenajear a la magia antigua y contemporánea del continente, sobre todo del área maya, junto a los videntes y hechiceros de hoy.

Fellini siempre se mostró interesado en la magia y el esoterismo. Por ejemplo, frecuentaba la casa del famoso psíquico Gustavo Rol, además de pedirle consejo. Sin embargo, los parámetros de su chamanismo, como apropiación del entorno o de la agencia viviente de las cosas, siempre fueron los propios del cine. No una tradición, experimentar en libertad:

Todo lo que percibí fue la percepción misma, el infierno de formas y figuras desprovistas de emoción humana y desligadas de la realidad de mi entorno irreal. Yo era un instrumento en un mundo virtual que renovaba constantemente su propia imagen sin sentido en un mundo vivo que a su vez se percibía fuera de la naturaleza. Y como la apariencia de las cosas ya no era definitiva sino ilimitada, esta conciencia paradisíaca me liberó de la realidad exterior a mí. El fuego y la rosa, por así decirlo, se volvieron uno.

En el año de 1989, Fellini se atrevería a publicar su crónica personal sobre los magos mexicanos. Como libro y como publicación en partes en el diario italiano Corriere della Sera, el público pudo conocer el storyboard de un proyecto fílmico que el director nunca pudo reasumir debido a su súbito fallecimiento. Milo Manara, un descarado “fellinista”, convertiría esto en el cómic Viaje a Tulum. Sus viñetas recrean menos a México, pero más ese poder erótico y onírico de su admirado Fellini, versionando al chamanisno del país.

El chileno Alejandro Jodorowski puede que sea el cineasta y admirador de Fellini ideal para retomar su proyecto mexicano. Desafortunadamente, aunque ha manifestado un profundo interés, carece de financiamiento para llevarlo a cabo. La mexicana Tiahoga Ruge ha corrido con mejor suerte para traer algo de los sueños sobre el país de quien fue su maestro durante 1980. Soñando con Tulum es una cinta pensada primero como un documental, pero que pasó a ser en 2011 una obra de ficción sobre aquel viaje.


Síguenos en nuestra nueva página de Facebook >> facebook.com/pijamasurfcom/. Ante las medidas cada vez más restricitivas de esta red social, estamos generando una alternativa para mantener esta comunidad y continuar compartiendo con ustedes nuestro contenido. La página se encuentra como @pijamasurfcom.

¡Gracias de antemano por su follow!


Imagen de portada: Federico Fellini, Viajero.