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¿Qué son los agujeros negros? ¿Por qué podrían servir como un giratiempo o un delorean para volver al futuro y al pasado? ¿Qué riesgos supone utilizar un agujero negro?

Es posible cruzar un agujero negro como un umbral cósmico hacia el pasado o el futuro. Este es un planteamiento de la astrofísica muy conocido que incluso ha sido parte en series como Futurama o Rick and Morty, pero a todo esto, ¿qué es un agujero negro? Se trata de un cuerpo extremadamente masivo que aparece cuando un astro moribundo colapsa sobre sí mismo. Realizar viajes para conocer a Napoleón, a Buda o al inventor del fuego parece tentador, pero no sería el único y principal problema que la ingeniería actual no haya desarrollado todavía naves lo suficientemente potentes para viajar por el espacio y acercarnos a un agujero negro, porque de poder dejar por fuera un detalle así no resolvería que viajar al pasado utilizando un agujero negro sería en extremo peligroso. Hablamos de portales que violentan la estructura del universo.

Albert Einstein sostuvo en su teoría de la relatividad general que la materia y la energía doblan y estiran el espacio, por lo que mientras más masivo es un objeto, más espacio se estira y se dobla a su alrededor. También mientras más masivo es, más fuerte es su campo gravitacional. Al igual que los planetas y las estrellas, los agujeros negros tienen campos gravitacionales a su alrededor. Conocemos los efectos de estos campos porque son lo que nos mantiene con pie firme sobre este planeta y lo que mantiene a la Tierra rotando en torno al Sol. Desde una escala mucho menor que la de un agujero negro, el campo gravitacional del planeta es tan fuerte que hace extremadamente difícil salir al espacio abierto.

Es así que los cohetes que construimos deben viajar a una velocidad tan alta como para que sea posible escapar de la gravedad. Por otra parte, los campos de estos agujeros son tan fuertes que todo, incluida la luz, queda atrapado. Un objeto como un agujero negro genera algo parecido a un valle en el espacio, y cuando cualquier cosa queda atrapada por una atracción de esta magnitud, cae en ese valle, incluida la luz que tampoco podría escapar. Los lados de estos valles son tan empinados que la luz no va lo bastante rápido como para salir fuera, y esto es mucho decir, ya que también es un planteamiento muy conocido de la astrofísica que no hay nada más rápido conocido por la ciencia. El valle hecho por la influencia de un agujero negro llega a ser progresivamente más empinado conforme algo se acerca desde la distancia. Habría un punto en que sería tan pronunciado como para comprometer la agencia libre de la luz. A esto se le denomina horizonte de sucesos.

Un agujero negro agota al espacio y también al tiempo. Los horizontes de sucesos no son solo interesantes para pensar en las coordenadas extrañas de un hipotético viaje el tiempo. Hacen dudar sobre la naturaleza de lo cronológico, de la lógica que nos es evidente. Hablamos de algo sumamente extraño que compromete aquello que revela las cosas y a su espacio y tiempo. La luz ya es un gran misterio. Como escribió el filósofo italiano Giorgio Agamben:

Las galaxias más remotas se alejan de nosotros a una velocidad tan alta que su luz no llega a alcanzarnos. Lo que percibimos como la oscuridad del cielo es esa luz que viaja velocísima hacia nosotros, pero no puede alcanzarnos, porque las galaxias se alejan a una velocidad superior.

Viajar todavía más rápido implicaría estar en un horizonte que no pude alcanzar el tiempo mismo, si es que existe algo así. Por eso los agujeros negros teóricamente podrían permitir a un curioso viajar al futuro. Pero esto es adelantarse al tiempo, mientras ¿qué se podría decir sobre viajar al pasado? Esto implica una problema conceptual, pero a falta de mejores términos, teóricamente se puede pensar que un agujero negro dobla el tiempo al punto de enrollarse sobre sí mismo. Es decir, si uno pudiera ir a una increíble velocidad, este dobles permitiría adelantarse al pasado como si ese pasado corriera hacia adelante, como se supone pasa con el futuro. Si bien los viajes en el tiempo siempre han pertenecido a la ciencia ficción, nutriendo todavía la imaginación futurista de la cultura popular, de acuerdo con Stephen Hawking:

La teoría general de la relatividad de Einstein permite la posibilidad de que podamos deformar el espacio-tiempo tanto que uno podría salir en un cohete y regresar antes de partir.

La metáfora más exacta y, de hecho, también empleada como exposición en distintas películas de Hollywood, sería la posibilidad de tomar una hoja de papel y unir los dos extremos para formar un bucle. Un agujero negro trata al tiempo como una hoja de papel formando un bucle, permitiendo un umbral natural al tiempo semejante a un espacio. La posibilidad de utilizar ese bucle, denominado por los físicos curva temporal cerrada, implicaría seguir una trayectoria que comienza en el futuro y termina en el pasado. Esto da a entender que las relaciones de causalidad son parte de una realidad cronológica poco intuitiva. En una curva temporal cerrada la causa y el efecto se muestran de manera mucho más compleja: el pasado causa que sucedan cosas en el futuro, pero estas cosas futuras a su vez serían la causa de que sucedan cosas en el pasado.

Pero a pesar del poder onírico de estas especulaciones que no acabaríamos de imaginar o de representar mejor, una iniciativa práctica como viajar en el tiempo tendría que lidiar con tres problemas antes de que remotamente pudiera funcionar cruzar a salvo el umbral de un agujero negro: Primero, teóricamente solo sería posible retroceder al pasado del agujero negro, no al pasado en general. No es posible ir a un tiempo anterior a la existencia del portal o de la puerta de regreso. Segundo, probablemente esto implicaría cruzar ese horizonte de sucesos para entrar en el bucle temporal. Pero esto también implica que, para salir a un momento deseado, haría falta escapar del mencionado horizonte de sucesos. Y esto solo sería posible si hubiera cómo viajar más rápido que la luz. Tercero, los agujeros negros podrían llevarnos al futuro o incluso al pasado, pero sería inverosímil sobrevivir al viaje. El viajero y su nave terminarían como una cadena de átomos haciendo espirales hacia el vacío.

No obstante, este planteamiento restringido solo a nuestra imaginación nos compensa con dudas interesantes sobre qué es la realidad. El espacio, la luz y el tiempo pueden ser muchas cosas. Como escribió Michio Kaku

El tiempo es un río. Se acelera, serpentea y se ralentiza. La novedad es que puede tener remolinos y bifurcarse en dos ríos. Entonces, si el río del tiempo se puede doblar en un pretzel, crear remolinos y bifurcarse en dos ríos, entonces no se puede descartar el viaje en el tiempo.