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“Los reyes del impulso”, actualmente en escena en Radio UNAM, es una obra de teatro con la que todos podemos identificarnos, pues somos presas del miedo, los sistemas de trabajo y el deseo

Vivimos como inmortales, es decir, ignorando el hecho de que vamos a morir. Por ello, nos damos el lujo de forjar cotidianidades mediocres, sin significado, que nos despersonalizan y que nos alejan de nuestra parte más auténtica. Nos habitamos impropiamente a nosotros mismos como forma de “estar en el mundo”, de acuerdo con Heidegger, sin sueños y sujetos a la tiranía de sistemas opresores. Tampoco podemos decir que nuestra evasión de  la muerte sea del todo nuestra responsabilidad, pues solo sabemos de esta muerte porque vemos a los otros morir. Aun con ello, a lo largo de nuestra existencia podemos reconocer sus señales en la impermanencia de nuestros efectos personales, pero esto requiere de una escucha aún más profunda que se contrapone precisamente a nuestro habitar impersonal.

Quizá esa es la columna vertebral de Los reyes del impulso o La fiesta del cuarto jinete del Apocalipsis, obra teatral escrita y dirigida por Alejandro Massa Varela e interpretada por Erandi Zenil, Emmanuel Pavia y Natalia Lara. La obra es una representación de la vida enajenada, traducida en neurosis, de dos jóvenes cercanos a los treinta; amantes con máscaras que no encuentran el motor que les permita expresar aquello que tan profundamente tienen y que solo pueden transmitir subliminalmente a través de lo pornográfico. 

'Los reyes del impulso o la fiesta del cuarto jinete del Apocalipsis', obra teatral escrita y dirigida por Alejandro Massa Varela

Casi de forma necesaria, pero que podría no hacerse visible en otro escenario y así continuar la historia de decadencia, un tercer personaje, la muerte, aparece para catalizar el deseo de los amantes. Sin embargo, no se trata de la imagen solemne que mantenemos en nuestra memoria colectiva, sino de una muerte que danza con acidez y que acecha de forma voyerista. Todo ello permite un tránsito de la vida sin significado a la recuperación de los sueños infantiles, sin que ello transforme a los personajes en individuos ideales. Por el contrario, los protagonistas se vuelven tan reales como lo es cualquiera de los espectadores que asisten a visionar en el teatro su propia realidad como si les fuera ajena.

Al respecto, el autor de la obra reflexiona:

No es la vida, sino nosotros quienes pasamos demasiado rápido. Al igual que estos personajes imperfectos, somos una vida incompleta, un espacio amplio para un amor visible que a veces no podemos ver. La muerte persigue a los personajes para tratar de poner sus pies en silencio. Se trata de una muerte muy poco solemne. Cuando baila disuelve las barreras, las mentiras que nos hemos dicho a nosotros mismos, nos libera hasta que seamos solo reyes del impulso.

Los reyes del impulso o la fiesta del cuarto jinete del Apocalipsis se presenta ya en el escenario de la Sala Julián Carrillo de Radio UNAM (Adolfo Prieto 133, colonia Del Valle, alcaldía Benito Juárez, C.P. 03100, Ciudad de México). Las próximas funciones están programadas para el 24 de abril y el 8, 22 y 29 de mayo, todas a las 8 de la noche. La entrada es libre, con cooperación voluntaria, para que el arte viva y siga recuperando espacios públicos. 


Rodrigo Haydar Osegueda es filósofo por formación y contemplativo por vocación. Apasionado de los estudios de mística, política y religión. Actualmente se desempeña como editor web en jefe de la revista México Desconocido.


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Twitter del autor: @RodrigoOsegued1

 


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Imagen de portada: Irasema Ezcurdia / Radio UNAM