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'El sol es Dios': sobre las últimas palabras del visionario pintor J. M. W. Turner

Arte

Por: Joaquín Bretel - 11/16/2022

El más grande paisajista, el pintor de la luz como un fenómeno consciente, dijo una frase inmortal antes de morir

El pintor Joseph Mallord William Turner, quizá el más grande paisajista en toda la historia de la pintura, fue un estudiante de la óptica y de la filosofía del color de Goethe. Turner fue un hombre religioso pero su forma de adoración fue en gran medida a través de la celebración de la naturaleza, de la luz y la oscuridad. 

Aunque Turner tuvo una educación cristiana y claramente mantuvo devoción por esta denominación, incluso utilizando episodios de la Biblia como el tema de gran parte de sus cuadros, su manera de practicar la fe, con su arte, lo acercó a ideas cercanas al deísmo o al panteísmo, a la manera del mismo Goethe o de Spinoza, donde la naturaleza es la más pura expresión de la perfección de la divinidad. 

Quizá ningún pintor ha tenido una relación tan rica y compleja con la luz como Turner, quien inventó una nueva forma de presentar cielos y mares con una nueva paleta cromática que hacía uso de materiales menos duraderos (como el carmín). Las atmósferas de Turner son la mayor manifestación del romanticismo en la pintura, mostrando de manera tangible la intuición de Goethe de que los colores son "el goce y el tormento de la luz". Siempre la danza de la creación y el caos, de la belleza y el poder destructivo de la naturaleza.

"The Slave Ship", J. M. W. Turner (1840)

Los últimos años de la vida del pintor muestran un ascenso hacia una dimensión cada vez más brillante y transparente, como en una especie de sendero místico. En este sentido, una tradición ampliamente difundida asegura que las últimas palabras del maestro inglés, pronunciadas en su lecho de muerte, fueron: "The Sun is God", "El sol es Dios", la perfecta conclusión para el pintor que estudió la luz toda su vida. Y aunque una biografía recientemente sugiere que quizá su frase fue "El hijo es Dios" (en inglés: "The Son is God"), por más de ciento cincuenta años se ha creído que su frase postrera es un testamento de la divinidad de la naturaleza, del éxtasis de la luz. 

Esto, además, está en perfecta consonancia con sus meditaciones sobre luz, pues Turner estudió la óptica y pintó al sol como un ente viviente (en una pintura representó a "un ángel en el sol") y a la luz como una especie de forma de vida o conciencia en perpetua transformación, pero siempre remitiendo a una fuente unitaria eterna. 

"Light and Colour (Goethe's Theory)–The Morning after the Deluge–Moses Writing the Book of Genesis", J. M. W. Turner (1843)

A propósito, cabe recordar que las últimas palabras de Goethe estuvieron también relacionadas con la luz. Según la historia, el poeta alemán dijo antes de morir: "Licht, mehr Licht!", "¡Luz, más luz!", una petición acaso para morir envuelto en la sustancia etérea por antonomasia.


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Imagen de portada: "Light and Colour (Goethe's Theory)–The Morning after the Deluge–Moses Writing the Book of Genesis", J. M. W. Turner (1843; detalle) / Wikimedia Commons