Qatar 2022: ciudades de Francia rechazan transmitir partidos del Mundial como protesta a condiciones laborales y ambientales
Sociedad
Por: José Robles - 10/05/2022
Por: José Robles - 10/05/2022
En vista del inicio próximo de la Copa Mundial de Futbol de la FIFA en Qatar este 2022, que tendrá lugar entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre, el mundo comienza a agitarse al respecto, en algunos casos no de la manera más positiva.
Tal es el caso de un grupo de ciudades en Francia, y particularmente las autoridades civiles que las dirigen, que han decidido no realizar transmisiones de los partidos del Mundial como gesto de protesta frente a varias situaciones en torno al torneo, notablemente las condiciones en que laboraron las personas participantes en la construcción de ocho estadios que servirán de escenario para los partidos de la competencia.
Dicha situación laboral fue tan precaria que derivó en el fallecimiento de más de seis mil trabajadores, la mayoría de ellos inmigrantes provenientes de naciones vecinas, especialmente Bangladesh, la India, Pakistán, Sri Lanka, Nepal y Filipinas.
De acuerdo con organizaciones en pro de la defensa de los derechos humanos, el intenso calor en el país arábigo y las condiciones marginales en que vivían los trabajadores fueron los principales factores que provocaron dichas muertes.
En ese contexto, las alcaldías de Estrasburgo, Lille y Rodez decidieron no transmitir los partidos en plazas públicas de sus ciudades, como suele hacerse desde hace varios años en muchas ciudades del mundo, a través de la instalación de pantallas gigantes en espacios públicos como jardines o explanadas, junto con agregados como puestos de comida, bebida y entretenimiento asociado al futbol, usualmente patrocinado esto último por marcas comerciales.
A este acuerdo inicial de las tres ciudades mencionadas se sumaron el lunes pasado las autoridades locales de París, Marsella, Bordeaux, Nancy y Reims, conformando así un bloque importante de ciudades francesas en donde el Mundial no formará parte de la vida pública de sus habitantes, según informa el diario Le Monde.
En una declaración al respecto, Pierre Rabadan, encargado adjunto de Deporte en la alcaldía de París, dijo:
Para nosotros, no había ninguna posibilidad de instalar zonas de difusión por varias razones: la primera son las condiciones de organización de este Mundial, tanto en el aspecto medioambiental como en el social, y la segunda es el calendario, el hecho de que se celebre en diciembre; este modelo de grandes acontecimientos va en contra de lo que [París] desea organizar.
Asimismo, en un comunicado a nombre de la municipalidad de Marsella, se declaró que el Mundial de Futbol:
se ha convertido progresivamente en un desastre humano y medioambiental, incompatible con los valores que queremos que se promuevan a través del deporte y especialmente del futbol.
Las autoridades se refieren también a los efectos en el medioambiente del Mundial de Qatar 2022 porque otro aspecto polémico del torneo es el hecho de que los estadios donde se desarrollará cuentan con aire acondicionado, aditamento casi obligatorio debido a las altas temperaturas que se viven en el país incluso en los últimos meses del año pero que, al mismo tiempo y dadas las dimensiones de los estadios, representa un enrome gasto energético y una considerable generación de partículas contaminantes.
Al menos en apariencia, el discurso de las municipalidades francesas parece apoyarse en principios humanitarios y ecologistas, que en general forman parte de las preocupaciones que los ciudadanos esperan ver en sus autoridades.
Con todo, cabría preguntarse si dichos políticos tendrían esta misma reticencia en caso de que el Mundial se celebrara no en invierno sino en el verano del hemisferio norte, y en un país que no fuera árabe, con todo y estadios climatizados y trabajadores inmigrantes fallecidos.