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Poemas para estar en Pijama: El mar desde distintas orillas

Arte

Por: Tufillo de Poeta - 04/12/2021

Viajemos al mar sin salir de casa de la mano de Charles Baudelaire, Paul Verlaine y Marie Krysinska

Ahora que Latinoamérica entra en el tercer pico de la pandemia, para quienes vivimos en las montañas ir al mar parece un sueño lejano. Pero como muchos dicen que con la literatura se puede viajar sin tener que salir de casa, el equipo de Tufillo decidió embarcarse en las misteriosas aguas de la poesía de la mano de los poetas simbolistas franceses.

Hace unos días se cumplieron doscientos años del natalicio del flâneur por excelencia, Charles Baudelaire. Este fue el escritor que instauró la estética de lo feo en la poesía moderna y que quiso, con sus Flores del mal, encontrar lo poético en el fango de la ciudad. Ir al mar con Baudelaire, más que diversión, promete oscuridad, excesos y tedio. Recordemos que, en su época, los poetas dejaron de ser esos seres nobles y elevados, y hacían parte de los “vagos improductivos” en un mundo cada vez más industrializado. De esto se trata "El albatros" de Baudelaire:

Este viajero alado, ¡qué torpe y débil!
Él, otrora bello, ¡qué feo y qué grotesco!
¡Aquél quema su pico con una pipa,
otro imita, cojeando, al inválido que una vez voló!

El Poeta se asemeja al príncipe de las nubes
que frecuenta la tormenta y se ríe del arquero;
exiliado sobre el suelo en medio de las burlas,
sus alas de gigante le impiden ya marchar.

A diferencia de Baudelaire, Mallarmé nos muestra un panorama más amable. Ir a la playa con Mallarmé sería sentir toda la belleza aplastante de la naturaleza, y ver el mundo con nuevos ojos. Su poema "Brisa marina" nos habla directamente en esta época, en la que nos encontramos más encerrados que nunca y que tenemos la esperanza de ir a lugares lejanos que cambien nuestra perspectiva del mundo:

¡La carne es triste y ya leí todos los libros!
¡Huir, huir allá! Siento a las aves ebrias
de estar entre espumas ignoradas y cielos. Nada,
ni los viejos jardines que los ojos reflejan,
retendrá a este corazón que se templa en el mar,
¡oh noches!, ni la claridad desierta de mi lámpara
sobre el papel vacío que la blancura veda,
y ni la joven madre que amamanta a su hijo.
¡Partiré! Nave que balanceas tu arboladura,
¡leva por fin el ancla hacia exóticas tierras!

Sin embargo, no se puede negar que el mar no siempre está en calma, y a veces tenemos que enfrentarnos a las tormentas, tanto en el mundo físico como en nuestro mundo interior. Paul Verlaine nos presenta una escena feroz en "Marina", donde pinta la imagen de un vendaval minuto a minuto, desde lo visual y lo sonoro. Las rimas nos llevan a través de estas enérgicas olas que parecerían no calmarse:

La luna en crespones
envuelve su faz
de muerta quimérica
y palpita el mar.

De pronto un relámpago
siniestro y brutal
hiende el cielo cárdeno
de un largo zig-zag.

Tampoco podemos negar que visitar el mar con alguien que nos gusta suena como una fantasía. La voluptuosidad de un amanecer en la playa nos recuerda que cualquier espacio puede ser perfecto para el amor si se le mira con detenimiento. El mar de repente se convierte en una sirena seductora, y el viento que mueve las olas se vuelve un amado sediento por encontrar el agua de su enamorada. De esta manera es que la poeta Marie Krysinska nos presenta un paisaje sensual y ardiente en su poema "Tríptico pagano":

Y mientras el sol arde
con sus antorchas las nubes deslumbradas,
la caricia del Dios como un águila se tumba
sobre el seno ingenuo de la Sirena exquisita
entregarse 
a los brazos de la Amante
seducida y conquistada.

Entonces el firmamento de mil fuegos se irisa
la Mar extasiada en su seno lo recibe

y la Vida incendiada canta con todas sus voces.

Es cierto que muchos no tendremos la posibilidad de ir al mar pronto, pero navegar el piélago de la poesía nos permite descubrir universos vastos y nuevos mientras sorteamos esta nueva manera de vivir.

 

Si quieres escuchar más sobre Poemas para ir a la playa ft. poetas simbolistas (y escuchar estos poemas completos), no te pierdas el capítulo número 1 de la cuarta temporada de Tufillo de poeta. También disponible en Spotify, Google Podcasts y Apple Podcasts.

 

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Imagen de portada: Sean O. / Unsplash