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El suspiro fisiológico: el método más efectivo para calmar la ansiedad en el momento

Salud

Por: Luis Alberto Hara - 03/16/2021

El suspiro fisiológico es una técnica para aliviar el estrés casi de manera inmediata

El estrés (y la ansiedad que produce) en algunos casos puede ser una de las cosas que más afectan negativamente la vida de un individuo. La mayoría de las veces los estados de ansiedad patológica o problemática suelen manejarse con terapias y fármacos. Y aunque puede ser esencial para el bienestar, esto no necesariamente provee una herramienta en tiempo real para manejar el estrés indeseado. Cuando esto surge, muchas veces se dice fácilmente: "Trata de calmarte". Y aunque esto puede tener una buena intención, el resultado suele ser el opuesto. Un modo más efectivo para calmar el sistema nervioso es usar directamente una entrada fisiológica a su funcionamiento.

Según el Dr. Andrew Huberman, neurocientífico de la Universidad de Stanford, en lo que respecta al conocimiento científico la manera más rápida y efectiva de disminuir la fisiología del estrés es utilizando algo que se conoce como "suspiro fisiológico". Se trata de una técnica de respiración muy sencilla que de una u otra forma el ser humano y los animales han usado desde tiempos inmemoriales, generalmente de manera automática.

La respiración es, sin duda, la llave para la modulación del estrés. Esto puede constatarse simplemente por el hecho de que es el modo más claro que tiene el ser humano para regular su sistema autonómico. Por ejemplo, para acelerar el corazón sólo es necesario alargar la duración de la inhalación; lo contrario, las exhalaciones más lentas, disminuyen el ritmo cardíaco. Por supuesto, no sólo bajan el ritmo cardíaco, sino que en general reducen el nivel de estrés en el cuerpo, generalmente marcado por la liberación de hormonas como la adrenalina.  

El suspiro fisiológico o voluntario consiste en hacer una doble inhalación con una exhalación larga. La doble inhalación hace que los sacos de los pulmones se vuelvan a inflar, lo que se traduce en una exhalación que elimina con mayor efectividad el dióxido de carbono, lo cual relaja al cuerpo. Esta sencilla técnica, que ha sido documentada por la ciencia desde la década de 1930, ha sido recientemente estudiada por diferentes laboratorios en la Universidad de Stanford, que se encuentran en proceso de presentar investigaciones más a detalle sobre los beneficios de este gesto. 

Lo esencial de esta técnica es que no requiere de una práctica previa para ver los efectos. Es algo que depende únicamente de un movimiento del sistema respiratorio. Por supuesto para algunas personas rezar, decir mantras, evocar memorias u otras técnicas puede ser más efectivo, pero esto depende de un contexto específico y no tiene una base fisiológica tan transparente.

 

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Imagen de portada: Gift Habeshaw / Unsplash