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Un caso extremo de experimentación psicoterapéutica

Un extremo de experimentación psicodélica que salió muy mal fue reportado recientemente.

Según varias agencias de noticias, un hombre estadounidense de 30 años de edad decidió inyectarse una infusión de los hongos cuyo ingrediente principal es la psilocibina. Al parecer, el hombre tenía trastornos mentales y estaba intentando automedicarse.

Unos días después de inyectarse la infusión, el hombre fue admitido en el hospital con varios síntomas de malestar, incluyendo diarrea, náusea, vomito de sangre e ictericia. A partir de los estudios que se le realizaron en el hospital se observó que le estaban fallando múltiples órganos, como los pulmones y el hígado. Se determinó que tenía infecciones de hongos y bacterias. Al parecer, los hongos que se había inyectado se estaban alimentando de su sangre. Tras fuertes antibióticos y antimicóticos y más de veinte días en el hospital, el hombre logró salir a flote.

Todo esto ha sido documentado en un artículo científico reciente que destaca que este no es el primer caso observado en la literatura médica, pues en 1985 otro hombre de 30 años se enfermó al inyectarse hongos, pero tuvo una crisis menor. Actualmente, el uso de médico  de hongos (psilocibina) se encuentra en fases avanzadas y se espera que en los siguientes años se ofrezca terapia asistida para tratar condiciones como la depresión en múltiples ciudades y quizá países del mundo, como ya ocurre en Oregon.

Lo importante en este caso es mencionar que tomar hongos con un profesional, y especialmente en dosis y con el medio de ingestión adecuado, puede ser un procedimiento seguro, pero si no se hace de esta manera no hay las mismas garantías. El caso del hombre que se inyectó "té de hongos" es una buena advertencia para optar por métodos más tradicionales o por aquellos que está desarrollando actualmente la ciencia.

 


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