¿Qué es la toltequidad?
Los nahuas habían tratado de buscar el origen de la Toltecáyotl, que es el conjunto de las artes e ideales toltecas, al arte y al artista, por lo que la búsqueda del origen de la Toltecáyotl es la búsqueda del origen de todas las artes.
De acuerdo con textos nahuas, encontrados y recopilados principalmente por Fray Bernardino de Sahagún, Tula, en el estado de Hidalgo, se consideraba la ciudad creadora de las artes.
Sin embargo, es necesario tener tacto al interpretar este tipo de textos, ya que varias investigaciones arqueológicas y antropológicas nos muestran que los nahuas no tenían muy claros algunos puntos claves de su historia o los modificaban según fuera necesario. En este sentido, Miguel León Portilla lo atribuyó a que, tanto indígenas como cronistas, aplicaron a la Tula de Hidalgo las características de una especie de "edad dorada" de su pasado.
Esto nos demuestra que la historia de los pueblos y culturas prehispánicas no obedecen a un desarrollo lineal y evolutivo, con un claro origen, sino que es una compleja interacción de múltiples elementos.
Una de las principales razones por las que se le atribuye a Tula como la ciudad de las artes es que fue el primer lugar donde vivió el Gran Sacerdote Quetzalcóatl. La huella que dejó fue tan grande, que fue en su personalidad en la que se enfocaron los ideales y las artes de los toltecas. La ciudad de Tula es testimonio material del desarrollo del arte y las prácticas toltecas. Por ello no sorprende que, en épocas tardías, encontremos otras ciudades también con este nombre, por ejemplo Tula-Cholollan y Tula-Teotihuacán. La Tula de Quetzalcóatl recibió el nombre de Tula-Xicocotitlan.
Los nombres de las ciudades y su relación con la búsqueda del origen de todas las artes cobra sentido cuando sabemos que Tula hace referencia a una metrópoli. En la interpretación de textos indígenas, se nombra constantemente a Tula como la ciudad de las artes. En realidad, como vimos anteriormente, existieron por lo menos tres Tulas, tres ciudades donde la herencia de Teotihuacán está materializada en la pintura, la escultura, la arquitectura y la cerámica.
De acuerdo con esto, los primeros elementos de la toltequidad aparecen, antes que en cualquier otro lugar, en Teotihuacán. Los toltecas de Tula, quienes fueron el nuevo grupo náhuatl que llegó al centro de México, absorbieron gran parte de la cultura teotihuacana, por lo que este nuevo pueblo tolteca no puede ser el creador de la toltequidad, sino heredero y modificador de lo creado primero por Teotihuacán.
Así como lo dice Miguel León Portilla:
[...] debe subrayarse, aunque sea de paso, que el arte, arquitectura, pintura y escritura de Teotihuacán, influyeron para siempre en las creaciones de quienes vinieron después de ellos. Con justicia se considera a este horizonte como clásico, ya que parece ser la raíz más honda de lo que después se llamó la Toltecáyotl.
En Teotihuacán [...] parecen hallarse las raíces y los moldes culturales básicos que después habrían de difundirse por toda la zona central de México.
Teotihuacán tuvo una enorme influencia en la aparición de ciertas características en algunas culturas. En especial la Zapoteca en Monte Albán, pero también en algunas características de la cultura maya. Uno de los principales aportes a la cultura maya fueron las técnicas de construcción, que se difunde por toda América media y perdura hasta la Conquista. Y la cerámica, que aunque en algunos lugares se le conocía como arte campesino, en otras ciudades mayas se le consideraba un arte culto.
Otra de las grandes influencias fue en la pintura, pues recordemos que el término Toltecáyotl hace referencia al origen de todas las artes.
La tradición histórica mural comenzó con la pintura teotihuacana. Los murales están llenos de simbolismos. De acuerdo con los arqueólogos y antropólogos especialistas en este tema, son tantos los símbolos en Teotihuacán que es extremadamente difícil catalogarlos, identificarlos e interpretarlos.
Algunos de los símbolos más importantes que aparecen en la pintura teotihuacana son la penitencia, la serpiente emplumado (haciendo referencia al mito del Dios y/o el Gran Sacerdote Quetzalcóatl), el glifo de ollin, el signo del canto, signos acuáticos, águilas, tigres, corazones y cuchillos para el sacrificio. Todos los símbolos están relacionados con los dioses. Recordemos que previo a la época azteca, los principales dioses eran Quetzalcóatl y Tláloc, no fue hasta el auge de los aztecas que Huitzilopochtli se convierte en el dios principal.
Todos los símbolos desarrollados en Teotihuacán son los que dan las bases para las representaciones religiosas de las culturas posteriores.
La Toltecáyotl, es la esencia y el conjunto de las creaciones de los toltecas. Pero es también la condensación de un mundo de relaciones culturales.
La Toltecáyotl es el legado de Quetzalcóatl, el dios y el sacerdote. Es el concepto prehispánico que nos remite al conocimiento, la sabiduría, la destreza artística, el desarrollo astronómico.
La Toltecáyotl es el concepto que nos habla de lo extremadamente refinada y rica que era la cultura náhuatl.
La Toltecáyotl abarcaba la pintura, la escritura, el calendario, la astronomía, la música, el buen comer, la bondad, el diálogo con los dioses y con uno mismo, la rectitud en el trato de los seres humanos. Todas prácticas que forjaron las instituciones que dieron estructura a la visión del mundo.
Se debe tomar en cuenta que lo hemos llegado a escuchar como “el fin”, “la caída” o “la ruina” del imperio teotihuacano o de muchas otras culturas, no significa que se acabaron y tiempo después nacieron otros pueblos y culturas, sino que ese fin o caída fueron producto de un largo proceso complejo que resultó en la herencia y modificación de otras prácticas y creencias.
Imagen de portada: Quetzalcóatl en el códice Borgia / Wikipedia