'My Psychedelic Love Story': la historia de Tim Leary, su pareja y su extraña relación con el FBI
Arte
Por: Luis Alberto Hara - 11/14/2020
Por: Luis Alberto Hara - 11/14/2020
Timothy Leary fue llamado en algún momento "el enemigo público número uno" por Richard Nixon, quien inició la guerra contra las drogas al tiempo que condenaba las protestas en contra de la guerra de Vietnam, motivadas por la "revolución psicodélica". Leary era un profesor de psicología de Harvard que había tenido una experiencia reveladora tomando hongos en México y se había encontrado con el poder del LSD para supuestamente abrir la mente, lo cual implicaba también abandonar el sistema dominante de la cultura capitalista y tratar de crear una nueva realidad.
Errol Morris, el gran documentalista del cine contemporáneo, aborda el lado más oscuro de la historia de Tim Leary, su tiempo en prisión y su posible rehabilitación como colaborador de las agencias de inteligencia de Estados Unidos. ¿Se convirtió Leary en un espía del FBI o en un policía antinarcóticos? Esa es una pregunta que muchos se han hecho por décadas. ¿Cómo fue que Leary logró pactar con la policía? ¿Qué ofreció a cambio?
En ausencia de Leary, la persona indicada para responder a estas preguntas parece ser su pareja, Joanna Harcourt-Smith, con quien Leary tuvo un hijo y quien estuvo involucrada con el profesor al tiempo que este escapó de prisión, cuando fue encontrado en Afganistán y repatriado a Estados Unidos para ser incorporado después al programa de testigos protegidos. Al parecer Joanna trabajaba para el FBI o la CIA, sólo que tal vez ni si siquiera ella lo sabe. La historia es un enredo psicodélico en el que lo real se diluye, y solamente alguien como Morris es capaz de contarlo.
En My Psychedelic Love Story, Morris entrevista largamente a Harcourt-Smith, la bella socialité y activista psicodélica suiza que vivió con los Rolling Stones, se divirtió con Dalí y se enamoró de Leary, quien era el prófugo más buscado de Estados Unidos. Morris discute con ella las lagunas de la colaboración de Leary con la policía y explora la posibilidad de que Joanna haya sido manipulada por las agencias estadounidenses, consciente o inconscientemente.
Mientras tanto, por supuesto, Morris nos regresa a la fascinante época de la contracultura de los años setenta, tiempo de grandes fiestas y promesas y de la caída de los sueños de transformación en un agujero de conejo de burocracia y tecnología de control mental.