Entre los efectos provocados por la pandemia del nuevo coronavirus y su enfermedad asociada (la COVID-19), uno de los más importantes es el freno que ha habido en todo el mundo en muchas de las actividades económicas que, hasta hace unos meses, se desarrollaban con normalidad.
En todos lados, buena parte de los sectores de actividad económica se encuentran detenidos o funcionando mínimamente, lo cual, en la medida en que se trata de una de las piezas fundamentales del modo de vida dominante del ser humano contemporáneo, ha generado efectos ya desde el inicio de la cuarentena impuesta para intentar frenar los contagios del virus.
En este sentido, en México está presentándose una reducción de ciertas actividades que comienza a causar inquietud: la escasez que empieza a advertirse en la disponibilidad de cerveza en el mercado.
Luego de que el gobierno mexicano decretara el cese de toda actividad económica no esencial, las grandes empresas cerveceras del país tuvieron que detener sus procesos de producción y distribución desde el 31 de marzo pasado, cuando el sector de las bebidas alcohólicas fue dejado fuera de las actividades esenciales. Poco después, la “Jornada Nacional de Sana Distancia” fue ampliada durante todo el mes de mayo, por lo cual la producción de cerveza quedó detenida también para ese periodo.
Actualmente, la falta de esta bebida comienza a notarse en distintos puntos del territorio nacional, especialmente en el centro del país, donde se concentra la mayor parte de la población. Diversos medios han dado cuenta de testimonios de distintas fuentes –pequeños comerciantes, personal de supermercados, consumidores comunes y corrientes, etc.– que dan fe de la escasez (por ahora incipiente) del producto. Las cerveceras, por su parte, han aceptado que la producción almacenada en inventario comienza, en efecto, a agotarse.
A la par, el precio de la cerveza está aumentando escandalosamente en algunos puntos de venta. Aprovechando las circunstancias, algunos comerciantes están vendiendo las marcas de cerveza más consumidas hasta 300% más caras que su precio habitual.
Tomando en cuenta, como decíamos, que en México el fin de la cuarentena está previsto para el sábado 30 de mayo, valdría la pena preguntarse cómo resolverán los mexicanos la falta de una bebida que, según parece, es sumamente importante en su consumo diario.
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