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Carmen Miranda, la mexicana que pasó de vender comida en la calle a convertirse en chef

Buena Vida

Por: Luis Alberto Hara - 11/07/2019

Una historia singular donde se mezclan la tradición y la sofisticación en torno a la cocina

El fin de semana pasado, la chef mexicana Carmen Miranda salió victoriosa en MasterChef México, programa televisivo del género reality show que consiste en una competencia entre distintas personas con talento y pasión por la cocina. 

Este criterio es importante porque los participantes no cuentan necesariamente con una formación gastronómica profesional, y más bien, en no pocos casos, se trata de personas en quienes el talento es fruto de la experiencia y del curso de su propia vida.

En ese sentido, Miranda es una singular combinación de ambas circunstancias. Por una parte, su amor por la cocina comenzó en su infancia al lado de su abuela, quien a pesar de la precariedad de sus condiciones encontró siempre cómo alimentar y nutrir a su nieta. En cierta medida, Carmen tomó de su abuela una de las raíces principales de su estilo culinario: la tradición mexicana rural e incluso prehispánica. Este momento de la emisión en especial da buena cuenta de ello:

Pero eso no es todo. Otra parte importante de su formación ocurrió fuera del eje familiar y cultural mexicano. En distintos momentos de su vida Carmen ha vendido tamales en las calles de Playa del Carmen, cocinó para banquetes privados y trabajó en restaurantes del interior de México, Chicago, Guatemala e incluso Bangkok, en Tailandia. Actualmente, Carmen vive y trabaja en Francia, sin duda uno de los polos gastronómicos por excelencia.

Esa trayectoria singular resultó en una cierta voluntad para combinar sin temores ni reservas la sofisticación y la tradición. Carmen es capaz de armonizar métodos, toques y aun improvisaciones provenientes de corrientes culinarias que en apariencia podrían parecer incompatibles. Hacia el minuto 04:14 de este video puede apreciarse un ejemplo de dicha cualidad:

El caso de Miranda demuestra indudablemente por qué la cocina mexicana es una de las pocas tradiciones culinarias en el mundo en haber sido nombradas patrimonio inmaterial de la humanidad por parte de la UNESCO. La esencia que transmite a sus platillos no tiene que ver únicamente con los ingredientes utilizados o con la historia de la que provienen ciertas recetas. Si bien esto es importante, en su caso hay algo más. En sus platillos también está presente el orgullo de la identidad mexicana, forjado doblemente en la exuberancia y la adversidad, la riqueza y la estrechez, el deseo de mostrarse y exceder todo límite y, al mismo tiempo, la contención dentro de una forma muy peculiar de mesura que permite al otro disfrutar de aquello que se le ofrece.