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El capitalismo psicodélico produce un enorme encarecimiento de la psilocibina sintética

El nuevo auge de la medicina psicodélica tiene en la psilocibina a una de las sustancias más prometedoras para diferentes tratamientos, particularmente la depresión. Esto ha llevado a que, luego de exitosos estudios preliminares en la Universidad Johns Hopkins, se inicien estudios en Estados Unidos aprobados por la FDA que podrían concluir con la legalización médica del ingrediente activo de los "hongos mágicos" en un par de años. Empresas como COMPASS Pathways han recibido ya millonarias inversiones y se viven momentos intensos de investigación, pues el mercado de la psilocibina, si logra apuntalarse como una alternativa a los antidepresivos, podría oscilar en los miles de millones de dólares en poco tiempo.

Para la investigación científica se ha desarrollado un método de producción de psilocibina sintética que es preferido por los científicos para realizar estudios con dosis precisas. Sin embargo, la psilocibina sintética utilizada en el mundo académico (y ahora también ya en el mercado negro) llega a costar entre 7 mil y 10 mil dólares por gramo (y esto es una estimación conservadora), lo cual significa unas 13 veces más de lo que cuestan en el mercado callejero los "hongos mágicos" secos.

Aunque, evidentemente, sintetizar psilocibina tiene un valor adicional, tanto por el proceso involucrado como por la pureza y la precisión de la dosis, existe la especulación de que la empresa COMPASS Pathways representa una amenaza para la investigación, pues podría monopolizar el mercado y encarecer la psilocibina (además de obligar a los investigadores que adquieren las dosis que han sintetizado a compartir sus resultados con la compañía). Esta controversial empresa, que ha recibido financiamiento de Peter Thiel, el magnate transhumanista de Silicon Valley, ha patentado un método para producir psilocibina sintética. El sitio Psilocybin Technology señala que, en comparación, otro de los profármacos de la psilocina (como lo es también la psilocibina), la acetilpsilocina o (4-AcO-DMT), cuesta sólo 60 dólares por gramo. Y a pesar de que, obviamente, la demanda hace que la psilocibina sea más cara, es indudable que el precio exorbitante es un heraldo de la llegada del capitalismo psicodélico.