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El cine mexicano se encuentra en una de sus mejores etapas, sin embargo, esto no se debe solamente a Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón o Alejandro González Iñárritu.

10 películas (además de 'Roma') que cambiarán tu idea del cine mexicano actual

Arte

Por: Karen de Villa - 02/26/2019

El cine mexicano se encuentra en una de sus mejores etapas; sin embargo, esto no se debe solamente a Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón o Alejandro González Iñárritu

Una opinión un tanto generalizada sobre el cine mexicano es que no tiene mucho que ofrecer. Esto se debe quizás a las dificultades de distribución y exhibición que distancian al público de las pantallas, pero también a que los imaginarios sobre el cine mexicano se han construido a partir de los iconos de su época de oro, o bien, a partir de su etapa más vergonzosa y oscura, cuando se impusieron el cine de ficheras y los videohomes.  

Lo cierto es que esos períodos han quedado atrás y la producción fílmica actual se encuentra en una de sus mejores etapas. Sin embargo, esto no se debe solamente a las aportaciones de Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón o Alejandro González Iñárritu.

Si algo caracteriza al cine mexicano actual es su diversidad, pues mientras existe una oferta comercial del tipo Nosotros los nobles o ¿Qué culpa tiene el niño?, hay propuestas como las de Carlos Reygadas, Amat Escalante o Michel Franco, que circulan en festivales internacionales, aunque es verdad que su trabajo resulta un tanto inaccesible para un público general. No obstante, en los últimos años se ha producido un buen número de películas que no se adscriben necesariamente al cine comercial, a la industria hollywoodense o al cine de arte. Se trata de un cine más íntimo, hecho a partir de miradas que saben ver lo entrañable. Es un cine que abre ventanas para mirar los tantos países que coexisten en éste, sus otredades y su diversidad.

 

1. La negrada, Jorge Pérez Solano, 2018

En la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca se encuentra la mayor parte de la población afrodescendiente de México, probablemente la menos reconocida y valorada por la Historia oficial. Ahí vive Neri en una dinámica familiar de “queridato”, es decir, tiene dos familias, una con su esposa y otra con su amante. Sin ningún atisbo de folclorismo, esta película celebra la negritud, el mar y la pesca, mientras que expone el profundo racismo que aún persiste en nuestro país y problematiza alrededor de la idea de familia.

 

2. Tiempo compartido, Sebastián Hoffman, 2018

Después de reunir el dinero y los días libres necesarios, una pareja llega a Everfields, un lujoso hotel en Acapulco para tomar unas merecidas vacaciones a precio de promoción. Sin embargo, el hotel sobrevendió su cupo, por lo que la pareja deberá compartir el espacio con otra familia. De esta manera, el descanso tropical atraviesa por el departamento de atención al cliente para así entrar a uno de los círculos del infierno con todo incluido. Esta especie de thriller on the beach, muestra al Mago de Oz que hay detrás de las corporaciones que fabrican las aspiraciones de la clase media. Tiempo compartido muestra el engranaje detrás de las comodidades que sólo se pueden alcanzar al final de la interminable jornada laboral.

 

3. Tesoros, María Novaro, 2017

Un grupo de niños de Primaria que vive en Barra de Potosí, Guerrero, se da a la tarea de buscar un tesoro escondido por un pirata. En su travesía descubren distintas especies de cangrejos y ballenas, así como distintos colores de sensaciones y emociones. Juegan entre palmeras, bailan y comen tostadas de jaiba. Las pistas llevan a cada niño a descubrir un poco de sí mismo a partir de las singularidades de cada hogar, de cada enigma y de cada nueva pasión. El mapa del tesoro conduce hacia lo único que vale de verdad la pena.

 

4. Sueño en otro idioma, Ernesto Contreras, 2017

Evaristo e Isauro son los últimos dos hablantes de la lengua zikril. Sin embargo, debido a un conflicto de juventud, llevan más de 50 años sin dirigirse la palabra. Un buen día aparece Martín, un lingüista investigador que intenta reconciliarlos para así poder tener un registro del idioma y evitar que se pierda para siempre. Con la vida de esos dos ancianos no sólo se irán sus secretos y recuerdos, también se perderán las enseñanzas de los ancestros, el secreto del canto de los pájaros y la visión del universo que encierra ese idioma color verde de la selva veracruzana.

 

5. Violeta al fin, Hilda Hidalgo, 2017

Esta coproducción México-Costa Rica nos devuelve a la casa de la abuela, ese refugio permanente de nuestra niñez. Sin embargo, ¿qué sucede cuando el papel tapiz de los muros descoloridos y los muebles con olor a madera vieja se acaban? ¿Qué sucede cuando hay que cerrar las puertas o tirar los muros para que llegue el "progreso"? Violeta es esa abuela que prepara el té y riega las plantas al final de la vida, cuando, a veces, se puede empezar otra vez.

 

6. El sueño del Mara'akame, Federico Cecchetti, 2016

Nieri es un joven que habla dos idiomas y cruza puentes entre dos mundos. Por un lado, tiene la encomienda de convertirse en Mara'akame (chamán huichol) como su papá, y así atender al llamado del venado azul. Por otro lado, toca en una banda llamada Peligro Sierreño y su sueño es tocar en los bares de la Ciudad de México. Eventualmente, Nieri deberá elegir entre dos sociedades que no se entienden entre sí. Esta película, la primera hablada en wixaritari (idioma de los wixárika o huicholes), es un atisbo muy afortunado del universo de este mágico pueblo. Ganadora como Mejor Ópera Prima del Festival Internacional de Cine de Morelia, esta película merece estar más al alcance del público.

 

7. Workers, José Luis Valle, 2013

Rafael, después de 30 años de arduo y monótono trabajo, aspira a la libertad de la jubilación. Mientras tanto, Lidia, trabajadora doméstica de un hogar acomodado, deberá atender al perro que, tras la muerte de la dueña, se ha convertido en su nuevo y millonario patrón. Ubicada en Tijuana, esta película muestra el sinsentido del trabajo que, lejos de dignificar, humilla al ser humano.

 

8. La jaula de oro, Diego Quemada-Díez, 2013

Juan, Sara y Samuel salen de Guatemala con la intención de llegar a Estados Unidos. En el principio del camino, se encuentran con Chauk, un joven tzotzil que tiene el mismo propósito. Así empieza el peregrinaje de los cuatro por una tierra que no tiene piedad con los migrantes llamada México. Cada decisión y cada movimiento representa un riesgo, es como lanzar los dados con la esperanza de poder seguir avanzando porque ya no queda camino por el cual regresar. Se trata de una película muy poderosa por su capacidad de hacerte sentir en la piel del otro, al menos por un momento.

 

9. Distancias cortas, Alejandro Guzmán Álvarez, 2015

Fede pesa más de 200 kilos. Su vida consiste en comer, dormir y, en ocasiones, en caminar no más de dos cuadras a la redonda, sólo si es necesario. Un buen día este hombre ve en la fotografía la oportunidad de darle un propósito a sus repetitivos días. Así es como conoce a Paulo, un joven que atiende un pequeño estudio fotográfico de la colonia, quien le contagiará su alegría y su gusto por los cómics. Al mismo tiempo, Fede deberá enfrentarse tanto a su familia como a su propio cuerpo para poder salir a vivir su vida. Distancias cortas es una película sobre las soledades compartidas y cómo éstas se convierten en el alimento de la vida.

 

10. Güeros, Alonso Ruizpalacios, 2014

Ópera prima de su director, esta road movie ya es todo un clásico sobre la juventud chilanga y su deambular entre la rebeldía, los ideales y la apatía con cerveza en mano. Tomás es enviado por su mal comportamiento a la Ciudad de México, donde vive su hermano mayor “Sombra”. Al no tener nada mejor que hacer, los hermanos deciden salir a buscar a Epigmenio Cruz, el ídolo musical que marcó sus infancias, ya que parece que éste se encuentra al borde de la muerte. Desde Ciudad Universitaria en medio de la huelga hasta Santa Fe, pasando por los barrios más emblemáticos de la ciudad, Tomás y “Sombra” encuentran algo más que un ídolo olvidado.