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Uno de los ejemplares más hermosos del árbol emblemático de Canadá es también el más antiguo

De todos los seres vivos en el planeta, probablemente los árboles sean los que más evocan el sentido de la duración y el largo plazo, en ese sentido en el que los filósofos Edmund Husserl y Henri Bergson entendieron estas nociones: la certeza del paso del tiempo que se experimenta extendida en el tiempo en sí, desplegándose poco a poco, como si cada segundo pareciera por un momento cifrar la eternidad o, por el contrario, como si un siglo estuviera contenido en apenas un parpadeo. Los árboles son los ejemplos por excelencia de esa forma de percibir el tiempo: contemplan los cambios en el mundo, que se suceden uno a otro vertiginosamente pero lentamente para ellos.

Uno de los árboles que mejor representan ese lugar privilegiado se encuentra en Canadá: un arce cuya edad se calcula en más de 500 años, con más de 30m de altura y un tronco de 6m de diámetro.

Este impresionante ejemplar ha sido bautizado como "Comfort Maple", en honor a la familia que poseía los terrenos donde se encuentra sembrado, mismos que ahora pertenecen a la organización encargada de conservar las cataratas del Niágara y sus zonas aledañas. 

En sus años de vida el arce ha sido golpeado por al menos un relámpago, y recientemente se descubrió que ha sido atacado por un hongo que suele afectar tanto el tronco como las ramas de los árboles. Según los científicos que lo han estudiado y que observan su conservación, es posible que el Comfort Maple se encuentre en la etapa final de su vida.

Con todo, año con año su follaje continúa renovándose, ofreciendo una de las imágenes más hermosas que pueden mirarse entre la primavera y el otoño, acaso la prueba definitiva de que ese lugar privilegiado que tienen los árboles respecto al tiempo.

 

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