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El nuevo Centro Cultural Los Pinos abre sus puertas

Este 1o de diciembre en México se produjo el relevo presidencial y Andrés Manuel López Obrador tomó el poder. En un día atestado de eventos y verbena popular, quizás lo más llamativo fue ver cómo cientos de personas entraban por primera vez a la exresidencia oficial del presidente de México, la mansión de Los Pinos, donde habían vivido 14 presidentes y es 14 veces más grande que la Casa Blanca, ahora convertido en museo y centro cultural. Seguidores de López Obrador entraron a ver la mansión vacía y contemplar la opulencia en la que vivían los exmandatarios, y luego pasaron a los jardines, donde se instalaron pantallas para ver la toma de posesión de López Obrador.

Así describe La Jornada este extraño momento de la historia:

Hacia las 11:30 la casa Miguel Alemán ya parece una romería de chilangos, aunque llegan también desde otras entidades. Insólita oportunidad de conocer lo que era la sede poder presidencial.

Aun cuando permanece bajo resguardo castrense, en coordinación con personal de la Secretaria de Cultura, no es ya más el Extinto Estado Mayor Presidencial, sino la Policía Militar la responsable de vigilar que no se cometan excesos. También al personal militar se les percibe sorprendidos, no por los lujos que escondía la residencia, como por la irrupción de ciudadanos que ahora pasean sin restricciones, donde era una zona estratégica de seguridad nacional.

López Obrador anunció desde su campaña que la residencia de Los Pinos dejaría de ser la residencia oficial de los presidentes (él utilizará el Palacio Nacional para asuntos oficiales). La idea es que Los Pinos quede abierto al público, extendiendo esa área del Bosque de Chapultepec y convirtiéndose en un centro cultural, en el cual ya están programados algunos conciertos.

 

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