*

En relaciones de pareja, las mujeres piensan que los hombres quieren tener más sexo; los hombres detectan menos los avances sexuales de sus parejas

Incluso en parejas que llevan mucho tiempo, la iniciación del acto sexual suele ser un proceso sutil. Aunque evidentemente existen excepciones, esto parece obedecer a que por una parte parece ser más sexy lo que no es planeado, lo que sucede como una señal espontánea y lúdica en el momento, y por otro lado, al hecho de que en el ser humano existe un temor al rechazo que es difícil de superar incluso en relaciones muy sólidas y, por ello, la sutileza y la ambigüedad pueden ser formas de paliar esto.

Un estudio reciente liderado por investigadores de la Universidad del Oeste de Ontario averiguó la capacidad que tienen las personas de detectar los avances sexuales de sus parejas. Parejas heterosexuales de más de 3 meses y entre 18 y 51 años participaron en el estudio. Los participantes tuvieron que responder a los investigadores el número de veces que habían intentado iniciar el acto sexual y las veces que habían percibido que su pareja lo hacía. Los investigadores notaron que en general los hombres y las mujeres logran evaluar de manera precisa los intentos de sus parejas, algo que resulta obvio con el tiempo. Sin embargo, en promedio las mujeres sobrestimaron el número de veces que los hombres intentaban tener sexo. Por otro lado, los hombres subestimaron el número de veces que sus parejas querían tener sexo.

Los psicólogos evolucionistas que llevaron a cabo la investigación dan una lectura bajo el filtro de su propia disciplina y creen ver en esto un comportamiento relacionado al instinto de reproducción. Estudios previos habían sugerido que cuando no se trata de parejas que llevan cierto tiempo juntas, los hombres suelen ser los que sobrestiman el deseo sexual de sus parejas, algo que encaja con la idea de que el hombre busca instintivamente reproducirse -y ha evolucionado para esto y no para percibir la realidad-. En el caso de la investigación más reciente, se cree que el costo de no percibir las señales de deseo sexual son menores, ya que el hecho de tener una relación estable ofrece múltiples ocasiones para tener sexo -en cierta forma, el hombre en estos casos podría relajarse más y no estar asediando la ocasión sexual-. En el caso de las mujeres, los investigadores señalan que sobrestimar los intentos sexuales de la pareja tiene el efecto secundario positivo de incrementar el nivel de satisfacción sexual (con el llamado deseo de ser deseado). Estas conclusiones son meramente especulativas, como debe resultar evidente. Es posible, también, que entren en juego factores culturales o incluso tendencias psicológicas propias de la psique masculina y femenina que no están constreñidas a la biología reproductiva.