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Este mecanismo de crear una ilusión alrededor del “amor a primera vista”, de acuerdo con la investigación, es realmente “la tendencia de las parejas de proyectar sus sentimientos del momento hacia aquella vez que se conocieron”

Love at first sight, coup de foudre, amor a primera vista, son sólo algunos ejemplos para referirse a esta ráfaga de emociones que inundan de golpe y nos hacen sentir irremediablemente atraídos hacia alguien en específico. La literatura, las películas y la cultura popular se encargaron de definirlo como “amor”; no obstante, ¿qué dice la ciencia al respecto?

La data señala que un poco más del 50% de las personas cree en la existencia del “amor a primera vista” y que al menos uno de cada tres reporta haberlo experimentado en algún momento de su vida. Inclusive existen anécdotas de haberse conocido, casarse 3 meses después y formar una familia 11 años después. Desgraciadamente, un estudio realizado en el 2017 por la Universidad de Groninga en Holanda ha definido a este fugaz estado como una “ilusión positiva”, una memoria sesgada que las parejas utilizan para intensificar las emociones. Esto se debe a que los humanos solemos sesgar los recuerdos, y a partir de ese recuerdo alterado, evaluar la calidad de una decisión –y por lo tanto, se cree que la relación es mejor al retomar de la memoria a largo plazo un recuerdo de lo que realmente sucedió–. De hecho, si se termina esa relación, se refuerza la creencia de que se trataba de “amor a primera vista” y que estaba predeterminado a acabarse desde el primer momento de conocerse; pero, si continúa ahí, probablemente no se califique como “amor a primera vista” –sino como una relación a secas–.

Según el estudio, al menos el 92% de 558 personas que habían reportado experimentar el “amor a primera vista”, mencionaron que después se enamoraron de esa persona y establecieron una relación de pareja con ella; un 8% de esa población no desarrolló ninguna relación, ni emociones más allá de la atracción inicial.

Este mecanismo de crear una ilusión alrededor del “amor a primera vista”, de acuerdo con la investigación, es realmente “la tendencia de las parejas de proyectar sus sentimientos del momento hacia aquella vez que se conocieron”. En otras palabras, a recrear la historia de su pasado para intensificar los sentimientos del presente, subestimando los cambios que han ocurrido con el paso del tiempo y confundiendo la atracción física con el encanto literario del amor:

Hay una correlación entre la atracción física y el amor a primera vista, especialmente cuando se conoce a alguien nuevo. De hecho, diversos estudios han demostrado que la atracción física desde el primer encuentro predice el resultado de que empezarán a salir en citas, y sentirse físicamente atraído hacia alguien predice si se experimentará o no ‘el amor a primera vista’.

Sin olvidar, dicho sea de paso, que este mecanismo también se ha asociado con “el efecto halo” o cómo se asume que el atractivo físico implica cualidades positivas –tales como inteligencia, lealtad, responsabilidad, autoestima, cooperación y compromiso–.

En su estudio “What kind of love is love at first sight? An empirical investigation”, los autores ponen en duda la existencia de este amor romántico que novelas, películas y anécdotas de conocidos se han encargado de popularizar. De hecho, al irlo deshebrando se dieron cuenta de que se trataba de un amalgamamiento de emociones que incluía la atracción física, la intimidad, el compromiso, la pasión y el eros –un estilo de amor caracterizado por la pasión y la intensidad–. Incluso se encontró que la atracción física es un pivote a la hora de experimentar el fenómeno del “amor a primera vista”, permitiendo sentir con intensidad eros, pasión y quizá compromiso a largo plazo. Y no sólo eso; también concluyeron que se trata de una experiencia unilateral:

El amor a primera vista es en ocasiones al principio de un lado, y esto puede servir como una base en el desarrollo de un sentimiento mutuo y en el recuerdo construido en la pareja. […] El perceptor debe ‘convencer’ al objetivo del ‘amor a primera vista’ de su mutua atracción y emoción a lo largo de la trayectoria del desarrollo de la relación.

En conclusión, el amor a primera vista, según la ciencia, no es más que una fuerte primera atracción capaz de contar grandes historias en cenas con amigos; historias que nos obligan a no soltar un libro o a quedarnos en un sofá, acompañados de una manta, viendo una película de amor.