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"Las personas narcisistas que hacen uso de esta técnica suelen decir algún comentario incómodo y después sostener la mirada, sólo para saber cómo reacciona la otra persona"

De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, manipular es: “Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares”. Partiendo de este concepto, utilizar la data recolectada por investigaciones sociológicas, psicológicas o antropológicas con el fin de aumentar las capacidades de seducción, atracción o afiliación de uno mismo puede rayar en una acción manipulativa. 

Te compartimos algunas de estas acciones:

 

– Actuar intencionalmente como un espejo, en relación con el lenguaje corporal del otro

Probablemente has escuchado del estudio sociológico en donde se demostró que las personas sienten más confianza si su interlocutor comparte su mismo lenguaje corporal –es decir, actúa de la misma manera que ellos–. Según Patti Wood, autora de Snap: Making the Most of First Impressions, Body Language and Charisma, “el espejeo y la coincidencia [del lenguaje corporal] son conductas normales en personas que se gustan y confían entre sí”.

No obstante, si bien es algo que debería suceder con naturalidad, los individuos manipuladores emplean estas técnicas con la intención de sacar provecho personal: primero sonreirán, actuarán con el mismo lenguaje que la otra persona y dirán explícitamente lo mucho que se parecen. Como menciona Wood, este rasgo es típico de los narcisistas, que requieren generar una conexión inicial y luego, después de un tiempo, dejan a la otra persona sintiéndose devaluada y cuestionándose qué pasó.

 

– Mirar fijamente a los ojos

Si bien es verdad que sostener la mirada durante más de un par de segundos puede asociarse a un interés sexual o a un deseo asesino, un intenso contacto visual puede producir efectos incómodos o de manipulación del otro. Inclusive, los narcisistas que hacen uso de esta técnica suelen decir algún comentario incómodo y después sostener la mirada, sólo para saber cómo reacciona la otra persona.

 

– Ignorar el espacio personal de una manera “juguetona”

Es verdad que la intimidad del espacio personal se desvanece con el paso del tiempo y con la confianza generada entre los individuos; sin embargo, la manipulación puede aparecer con esta técnica de manera sutil y hasta juguetona. Por ejemplo, los narcisistas pueden buscar el contacto físico de manera muy íntima durante la primera cita, sólo para saber si la otra persona lo permite. En palabras de Wood: “Los narcisistas son físicamente cercanos por norma. Usan la invasión del espacio personal para llamar la atención, intimar, mostrar poder, probar límites y seducir”.

 

– Ser abiertos con uno respecto de los secretos personales

Los narcisistas saben utilizar las palabras a su beneficio: saben cómo seducir y mantener la atención de su interlocutor. Son individuos que saben contar anécdotas y mantener la atención de su público. Hay ocasiones, incluso, en las que se vuelve imposible detenerlos: si uno intenta hacer un comentario o contar una anécdota similar, cortan la comunicación directamente.

 

– Validar y exagerar las emociones negativas de otros, sólo para hundirlos más

Como personas manipuladoras, los narcisistas suelen tomar las emociones negativas e incrementarlas para hacer sentir culpable o inútil a la otra persona. Si bien podría parecer que tienen buenas intenciones de apoyo, en realidad procuran hacer énfasis en los errores de uno y en la mejor manera, a su juicio, de actuar.

 

Fotografía principal: Dangerous Liaisons (1988)