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En busca de la veracidad del alma: Entrevista a Rafael Rangel (Insurrección FILMS)

Arte

Por: Psicanzuelo - 06/02/2017

Rafael Rangel hace películas que no aspiran a ser parte de ningún festival glamuroso, quiere seguir la pista de lo que es México a través de la gente que nunca ha tenido una voz en pantalla

1. ¿Cuándo y cómo inicia Insurrección FILMS? ¿Por qué su nombre y cuál es su filosofía?

Se originó en el 2003 con la filmación de mis primeros cortometrajes. Era el surgimiento de la tecnología digital y eso permitió la sublevación, el levantamiento o rebelión de la forma en que hasta entonces se hacía cine. Hoy más que nunca hablar de cine es sinónimo de números, taquilla, dinero e industria; la aspiración es que el cine de un país se convierta en industria. Es patético y lamentable el retraso mental que sufre el cine al que acude la mayoría. El cine más selectivo no se escapa tampoco de esa necesidad anhelada de figurar en festivales, compiten cual carrera atlética… es absurdo, no dejamos de ser competitivos espermas desbocados por fecundar el ovulo, primates agrupados peleando por la rama más alta del árbol. Algunos hacedores fílmicos conciben su cine de receta festivalera y corren desesperados tras el reconocimiento, tras la estrellita dorada en la frente, excusa para una aspiracional y glamurosa hoguera de vanidades. Qué lejos estamos de posturas como la de Pasolini cuando decía: "Haré cine cada vez más difícil, más árido, más complicado, y quizás incluso más provocador, para que sea lo menos consumible posible".

Preguntas cuál es la filosofía de Insurrección… es muy simple: hacer cine sólo por el placer mismo de hacerlo, en estos tiempos esa es una insurrección.

 

2. Te has dedicado sobre todo al documental, ¿alguna razón específica?

Los documentales los he hecho por una necesidad de explorar universos que siempre han estado frente a mí o, en el caso de Ayotzinapa, que de pronto estuvo frente a mí. Así como la letra es una herramienta que permite escribir ensayo, poesía, filosofía, novela, la imagen tampoco tiene límites como lenguaje.

 

3. Da la impresión de que las películas están echas rápidamente de forma improvisada, ¿tiene que ver con razones económicas? ¿Son completamente independientes? ¿Cuánto te cuesta producirlas y cómo lo haces?

Bergman decía que no se puede improvisar sobre lo improvisado. Sí, en efecto, la improvisación es parte de mi materia prima, nunca sabemos qué harán o qué dirán las personas que estamos retratando, es entonces cuando la improvisación se vuelve una necesidad, una cualidad. El cine de entretenimiento hecho con recursos ilimitados permite estándares espectaculares de cada elemento que lo conforma, son grandilocuentes y estridentes artificios que encandilan y aturden. A esos elementos los hemos asumido como el "buen oficio", forma sin fondo, vacuo y pueril, funcionan muy bien para el entretenimiento. El documental no está exento, es una paradoja: ahora el documental en su forma y lenguaje quiere parecer una académica y correcta ficción y algunas ficciones adoptan el lenguaje del documental. Mi estilo no tiene nada que ver con razones económicas, ni deseos de parecer lo que no es. Estoy convencido de lo que debe ser un documental, sin artificios de iluminación, de lentes, de cámaras sofisticadas, que acartonen, aderecen y me alejen de la realidad que estoy abordando.

 

 

4. Hablando de Preludios, es la primera película que vi tuya y la que más me ha interesado. ¿Cómo lograste tener ese acercamiento tan libre y cercano a personas indigentes? ¿Qué buscas con esta película?

Preludios nos llevó 1 año o quizá más hacerla. Hay una frase de Bob Dylan: "En comparación con la vida, el arte carece de importancia", esa podría ser mi respuesta de cómo logré acercarme tan libremente a ellos; todos ellos, sin excepción, son personas hipersensibles, seguramente percibieron un acercamiento directo y honesto. Con esta película busqué comprender a mi amadísimo hermano que llevó su nihilismo nietzscheano a la praxis extrema, viviendo 20 años en la indigencia, rechazando cualquier ayuda. Radical y congruente fue un convencido de su postura hasta el último día de su vida… cada día qué pasa lo comprendo más, y crece mi admiración por él, su muerte fue... es insoportable, muy dolorosa, suspendí el rodaje de Luna Mortis, película de ficción y aún no logro reiniciarla.  

 

 

5. Al principio de Ayotzi43, sobre los estudiantes desaparecidos en Guerrero, se ve que llegas de noche a la Escuela Normal, y parece que no habías contactado a nadie previamente. ¿Cómo fue que te dejaron grabar?

Mi respuesta puede ser la misma: acercamiento directo y honesto. Como ejemplo comparto una anécdota: Ernesto Guerrero, estudiante sobreviviente de aquella trágica noche, y que sin proponérselo ni él ni yo, fue la presencia principal del documental, el día que nos despedimos se quitó su chamarra de mezclilla y me la regaló. Cuando nos conocimos él vestía esa misma chamarra y yo le dije: "Está chingona tu chamarra", él no lo olvidó. Nos despedimos con un abrazo y los ojos llorosos --como nenas, ¡ja!--, sabiendo que jamás nos volveríamos a ver. Eso te habla del vínculo estrecho que se hizo con él y las personas que aceptaron colaborar.

 

6. En El grito de los coyotes se tratan temas polémicos como la trata de infantes y la venta ilegal en la calle, ¿no hubo problema para que te permitieran grabar?, ¿cómo fue el acercamiento?

Cada documental --prefiero referirme a ellos como ensayos, definirlos así, les da más libertad-- presentan sus dificultades y obstáculos. El hilo conductor que abre las puertas, no sólo de sus casas sino también de sus corazones, repito, es la honestidad, el trato directo sin condescendencias, hablar de tú a tú.

 

 

7. Tus películas parecen muy crudas, como si fueran rushes… para otros documentalistas parecerían maquetas o primeros acercamientos, hechos en pocos días, ¿qué opinas de esto?

Opino que estamos muy influenciados, contaminados, con lo que se califica como "buen oficio", transmutación de valores: buen oficio son los mecanismos que hagan sentir la verdad, la forma como fondo; agradezco cuando te refieres a estos ensayos como "crudos", es ésa la característica que me obsesiona, lo crudo es duro, difícil de masticar, de tragar y de digerir, no artificios, no música que dicte la sensación que el público debe asumir, no voz off engolada, no corrección de color, no imagen cuidada, embellecedora romántica de realidades confrontadoras; audio ilegible y sucio, no limpio y exquisito, textura, mucha textura del accidente, de la confusión, de lo errático, de lo difícil que es la vida de personas duras, muy duras, rebasadas. Se trata de ofrecer, a través de la forma rabiosa e inconforme, un profundo respeto a ellos: los retratados, y al público, no subestimar sensibilidades ni inteligencias con formas allegadas de una industria que nos es ajena, que homologa al individuo y nos aleja de lograr una expresión personal, de un lado y del otro, de la pantalla, ofrezco la libertad de interpretación, de una hermenéutica propia a cada uno.

 

8. Hay algo especial en tus películas: creo que tiene que ver con la manera como la gente se abre y te comparte su vida, ¿cómo consigues esto, Rafael?

Cuando les hago comprender que no es una película lo que estamos haciendo, sino el fragmento de una experiencia de vida, suya y mía... nuestra, espero que también lo sea para León Nik, entrañable amigo y talentoso fotógrafo incondicional, y para mi adorada Jimena, responsable del sonido directo, portadora de un profundo conocimiento de la condición humana. Quizá me ayuda mi propia experiencia de calle, a los 19-20 años abandoné la carrera de arquitectura, mis amigos, mi casa paterna y Morelia, mi ciudad natal. Nunca regresé. Llegué al D. F. y luego a Italia, en ambos lugares me ví obligado a vivir en la calle, y ahí fue mi comienzo.

 

9. A mi parecer, hay algo especial en tus películas, ¿tienen alma o será que logras capturar el alma de tus sujetos?

En tu pregunta está implícita la respuesta, sólo que desconozco el orden. No sé si la película logra capturar el alma de quienes retrata porque ella misma ya tenía alma o si la adquiere después de haber capturado el alma de quienes retrata, aunque debo decirte que el concepto de alma --en este caso específico-- lo traduciré como una bella y poética metáfora de la veracidad, porque no creo en el ansiolítico o metafármaco que nos hemos inventado, llamado "alma", destinado a disminuir o eliminar la ansiedad y temor que nos provoca saber que al morir estaremos frente a la nada. 

 

Y así llega a su fin la entrevista; agradeciendo a Rafael Rangel su sinceridad y predisposición, nos percatamos de que hay otra forma de hacer cine, practicada por pocos artistas. Están los que quieren hacer negocio, están los que quieren hacerse famosos ganando premios internacionales, para filmar más claro estos dos ejemplos. Pero hay un tercer grupo mínimo que lo hace para encontrar una verdad, que se esconde detrás de cada esquina. Me parece que una actitud íntegra es la única forma de poder acceder y grabarla.   

 

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Twitter del autor: @psicanzuelo