*

Todo indica que estamos en una coyuntura histórica que requiere de un salto de conciencia para responder a los requisitos evolutivos que tenemos por delante

Todo es mente, pues todo es información. Todo lo que percibimos a nuestro alrededor, ya sea con ojos abiertos o cerrados, está compuesto de energía. De luz, sonido, frecuencia o vibración expresándose en diferentes visiones o formas. Algunas formas son orgánicas. O sea, su manifestación se da a partir de un programa codificado en ADN. Y otras no orgánicas, pero todas compuestas por átomos 99.999999% vacíos. Todo es mente, pues todo lo que conocemos por "realidad" se conforma por información codificada, la cual estamos proyectando a nivel individual y colectivo a la misma vez.

La "Mente Ordinaria" proyecta esta realidad a través de un sistema de creencias impuesto y jamás concientizado. Una serie de filtros perversamente diseñados para desfasar al Ser a un tiempo hiperlineal (pasado a futuro), lleno de reglas, y con decretos y ritos ideados para limitar la experiencia humana. Se cree en lo que se cree, sin jamás haberse detenido a darse cuenta por qué y para qué es que se cree en lo que se cree. En la "Mente Ordinaria" no hay pregunta que anteceda la elección de una creencia. Simplemente se vive el efecto. Se cree y se crea a partir de una obediencia heredada. Se cree y se crea a través de un acondicionamiento envuelto en un sueño denso, del que jamás se ha despertado para abrir los ojos a otras posibilidades de proyección. A otros encajes de información. Es desde esta plataforma que se engendra a la auténtica víctima. Esa que desconociendo su poder, lo entrega inconscientemente a un creador instituido. De esta forma intenta promover la misma programación de supervivencia en otros a través de la búsqueda de culpables por sus desgracias, y de expectativas ilusorias a que una fuerza externa le resolverá la vida. Como grandes guardianes del sistema de creencias, sus mecanismos de defensa son altamente sofisticados. En un desconocimiento absoluto de su naturaleza cuántica, la identidad o ego les posee y hace creer separados, lo cual a su vez desarrolla toda una serie de justificaciones para continuar forjando a la "Mente Obsoleta" o cerrada, muy difícil de hackear, pues estos programas se vuelven la principal dirección en la red neuronal. 

La "Mente Superconsciente" es la mente abierta. La que reconoce a la vida y honra la diversidad. La que ha descubierto los ojos por dentro, eliminando a la víctima y haciéndose responsable de toda su creación. Una "Mente Superconsciente" es la que comprende su trascendencia en el juego colectivo. Se sabe la individualidad conectada a la unidad, donde cada pensamiento es autoobservado antes de proveerle de mayor atención. De enfocarlo o no a su posible manifestación. "Mente Superconsciente" es todo aquel que ha encontrado la voluntad de romper el paradigma heredado. Es aquella, también, que comprende que el camino es en presente. Que aquí y ahora se reconoce a la existencia, al misterio que nos envuelve, y al Universo que nos permite la experiencia única de ser el que somos. De compartirnos integrando a la diferencia y haciendo de lo opuesto el complemento armonioso. El verdadero cambio en el mundo sólo tiene un principio y un final. La transformación de nuestra humanidad comienza y acaba en el mismo lugar. En el encuentro con uno mismo.

Gracias al Universo.