*

Como actividad cardiovascular y aeróbica, correr aporta enormes beneficios tanto al cuerpo como a la mente: fortaleza, concentración, vigor y más.

runMens sana in corpore sano: el bienestar del cuerpo es fundamental para el bienestar de la mente. Esto se sabe desde tiempos remotos y, por fortuna, en nuestra época la sentencia no se ha olvidado.

Desde hace varios años se han realizado estudios a propósito de los beneficios de las rutinas cardiovasculares, entre las que correr destaca como una de las mejores actividades, en buena medida por sus efectos positivos sobre nuestra salud, pero también, en términos prácticos, porque para empezar a correr los requisitos son mínimos: un par de buenos tenis, la ropa adecuada, la voluntad decidida y apenas poco más que eso.

Una de estas investigaciones, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Edimburgo, reveló que la actividad física constante está asociada con mayores volúmenes de materia gris en el cerebro (vital para el procesamiento de información) y volúmenes normales de materia blanca (encargada de coordinar la comunicación entre distintas regiones cerebrales), además de que reduce las condiciones que favorecen la atrofia y las lesiones cerebrales.

Los investigadores examinaron el cerebro de personas que habían cumplido 73 años de edad, mismas que habían participado en un estudio previo sobre la inteligencia de niñas y niños nacidos en 1936. Cuando estos infantes eran ya ancianos de 70 años, los investigadores los encuestaron para conocer sus hábitos físicos y aquello que consideraban sus logros emocionales e intelectuales. Pasados 3 años de esta encuesta, los voluntarios fueron llevados a máquinas de resonancia magnética para buscar indicios de degeneración cognitiva. Y los resultados fueron sorprendentes, pues se encontró una relación causa-efecto lineal entre el ejercicio y el estado de bienestar general del cerebro de acuerdo con los signos mencionados anteriormente.

Otros estudios han tenido resultados muy similares, aunque con otras precisiones. El médico John J. Ratey, profesor en la Universidad de Harvard, observó cómo la actividad física incrementa en hasta un 30% la irrigación sanguínea sobre el área del hipocampo, una región del cerebro encargada sobre todo del aprendizaje y la memoria, e igualmente en su libro Spark: The Revolutionary New Science of Exercise and the Brain, y varias investigaciones que confirman la relación entre el bienestar emocional y el ejercicio, es decir, ejercitándote reduces significativamente la presencia en tu vida de estados emocionales como la depresión, el enojo, el estrés, la ansiedad e incluso la desconfianza.

"Mente sana en cuerpo sano": una mente fuerte, saludable, afinada, se consigue también por la vía del cuerpo. En este sentido, un ejercicio como correr se revela como uno de los más completos para alcanzar estos beneficios. Dado que se trata de una actividad aeróbica (que lleva oxígeno a todo el cuerpo) y pone en marcha dos de los sistemas más importantes de nuestra maquinaria (el cardiovascular y el respiratorio), el bienestar alcanzado es integral. A los efectos positivos sobre la salud cognitiva que hemos citado se suman el fortalecimiento del corazón, los pulmones, los músculos de casi todo el cuerpo y los huesos. Datos de la British Heart Foundation muestran que otras de las consecuencias de correr es la aceleración del metabolismo: tanto en actividad como en reposo, el cuerpo de alguien que corre quema calorías hasta tres veces más rápido que el de una persona que sólo camina o trota lentamente.

Inténtalo. Y recuerda que correr es una actividad benéfica para ti, que te brindará bienestar, por lo cual es importante realizarla cuidándote. Infórmate. Calienta tus músculos antes de empezar. Consigue el mejor equipo que esté a tu alcance. Aprovecha la tecnología que se ha desarrollado en este campo. En este sentido, Adidas ofrece una serie de diseños de punta de lanza que buscan maximizar la capacidad de los corredores y cuidar su cuerpo: Boost you Run.