*

La activista Jill Love, adoradora de Isis, ha cobrado cierta fama en internet luego de que apareciera rezando a la diosa egipcia durante protestas del 25-S en Madrid

Protestar mostrando los senos se ha convertido en una moda en el mundo del actvismo --el grupo de protesta ucraniano Femen es el ejemplo más conocido. Para algunos hacer el topless en la calle frente a las cámaras y entre los panfletos, desvirtúa el mensaje; para otros lo que importa es que se difunda este mensaje y una mujer individuada, consciente y cómoda con su cuerpo, es libre de usarlo como un amplicador político (un sucedáneo del "flower power").

Un nuevo caso que está dando de que hablar es el de Jill Love, una activisa catalana fincada en Estados Unidos que se ha unido al movimiento de Occupy en Estados Unidos y al  25S de Madrid. Fue en la capital española donde fue tomada la imagen que aparece aquí. Jill se encontraba meditando a su santa patrona la dios Isis, un aspecto de la Diosa Madre planetaria, cuando fue fotografiada. "Yo estaba de rodillas delante de la policía, rezándole a ISIS. Tenía los ojos cerrados. Cuando los abrí estaba rodeada de un montón de fotógrafos. Se salió de control. Me marché cuando todo se volvió demasiado caótico", le dijo a la revista Vice.

Jill Love, un seudónimo que para algunos evocará una actriz porno o para otros solo un dejo hippie,  ha encontrado en Isis, a una efigie revolucionaria rediviva: el desvelo de la diosa podría ser un nuevo sistema económico y espiritual. "Desde que conocí su mundo, ella no ha hecho más que aportarme paz, amor, tranquilidad y armonía. Perdí el miedo a la muerte. Ella es la diosa de los mil nombres y nunca desapareció pero ahora ha vuelto más fuerte que nunca para ayudarnos a la ascensión evolutiva y paz mundial". De esta devoción a Isis ha nacido su película Saving Isis.

[Vice]