Todo comenzó cuando el científico Mohamed Babu y su esposa encontraron una peculiar especie de hormigas en el jardín de su casa de Mysore, en la India. Estas hormigas, cuya parte trasera de sus cuerpos es parcialmente traslucida, cambian de color, mimetizándose con el alimento que ingieren. La extraña aptitud biocromática de estos psicodélicos insectos fue notada por la mujer de Babu, cuando luego de derramar unas gotas de leche y ver que las hormigas se acercaban a devorarla, la zona transparente de sus cuerpos se coloreaba de blanco.
"La idea de fotografiarlas me vino luego de que mi mujer me mostró cómo algunas hormigas cambiaban de color cuando bebían las gotas de leche que se habían derramado en nuestra cocina" afirma Babu.
A continuación, el científico indio decidió colocar gotas de azúcar coloreadas y esperar a que las hormigas se alimentarán de ellas. El resultado fue una singular serie fotográfica que muestra a estas extrañas hormigas consumiendo los coloridos líquidos y adoptando cada uno de los colores que ingerían. Y por si fuera poco, al devorar dos gotas de colores distintos, en su interior se combinaban ambos colores, con lo cual la paleta cromática se multiplicó.
Curiosamente, el "experimento" hogareño de Babu, derivó no solo en una obra de arte orgánico, sino que manifiesta cabalmente uno de los refranes populares más conocidos: somos lo que comemos.
