El instante en el que un cometa muere internándose en la inmensidad del Sol ha sido capturado por el satélite SDO (Solar Dynamics Observatory). El cometa —de un tamaño comparable con la Tierra— se convierte en un microorganismo ante la magnitud del Sol, su trayectoria apenas perceptible al penetrar el campo electromagnético de nuestra estrella.
Esta imagen fue registrada el de 6 julio y muestra a uno de los llamados "cometas rasantes del Sol" (o sungrazers) en su proceso de desintegrarse en un período de 15 minutos. Es la primera vez que se captura este instante en tiempo real (anteriormente se habían observado cometas cerca del Sol, pero nunca justo el momento en el que desaparecen). Dada la intensa radiación, el cometa se evaporó completamente en 15 minutos.
Si bien se usa el término "muerte" para describir el destino del cometa, hay que recordar que en términos de termodinámica la muerte no existe, todo es transformación de la materia y energía —y qué mejor transmutación que convertirse en el Sol, una "muerte" digna de un ser iluminado.