*

Europeos podrían estar programados genéticamente para consumir grasas y alcohol

Buena Vida

Por: Jimena O. - 07/18/2011

Investigadores de la Universidad de Aberdeen descubren un “switch” genético que podría explicar la preferencia de la población europea (y quizá no solo los europeos) por los alimentos grasosos y las bebidas alcohólicas.

Un grupo de investigadores adscritos a la Universidad de Aberdeen, en Escocia, encabezado por el Dr. Scott Davidson, asegura haber descubierto el interruptor o switch que incide directamente en el gen “galanin” que regula el apetito tanto de alimentos como de líquidos y especialmente, en los llamados vertebrados superiores, la inclinación por las grasas y las bebidas alcohólicas.

Según el Dr. Davidson «existen 25,000 genes en cada célula y estos son casi idénticos en los mamíferos; lo que nos hace diferentes a otras especies, y también entre nosotros mismos, es cuándo, dónde y cómo esos genes se encienden o se apagan, durante el desarrollo del embrión y a lo largo de nuestra vida» Y continúa: «No todas las células o todos los genes se activan al mismo tiempo; a eso que determina qué genes se encienden en ciertas células lo llamamos potenciador [enhancer] o switch».

A través de genómica comparada, los científicos identificaron el interruptor que activa el gen que controla las zonas del cerebro responsables de las sensaciones de hambre y sed (el núcleo paraventricular y la amígdala) y, además, las que de alguna forma nos predisponen para elegir entre un alimento o una bebida y no otras. Todos tenemos dicho interruptor, pero solo cuando su presencia es demasiado fuerte, las aparentes decisiones de nuestra dieta se inclinan por las comidas grasosas y las bebidas alcohólicas.

Más adelante, al probar su hallazgo introduciendo la variable racial —ligada a los genotipos— los investigadores descubrieron que este switch era mucho más débil entre asiáticos y solo una pequeña porción de europeos (16%), lo cual les sugirió que la población del Viejo Continente podría estar programada genéticamente para “elegir” alimentos de alto contenido calórico, sobre todo grasas y alcohol.

[STV]