*

Censura artística: La obra de Von Brandis nos muestra un proceso de "despornografiquización" de escenas sexuales setenteras.

¿Que pasaría si removieras el pasado pornográfico de una serie de escenas sexuales setenteras y pusieras siluetas blancas en sustitución de los cuerpos copulantes que originalmente les daban sentido? ¿Se puede hablar de una manifestación artística inmersa en esta "censura"? ¿Es el proceso de "despornografiquización" que impone Von Brandis a piezas de porno vintage parte de un discurso artístico? Yo creo que sí, ya que de alguna manera nos invita a reflexionar sobre el valor estético de la pornografía y, especialmente, sobre el valor psicocultural de la forma y el fondo.

De algún modo la propuesta de Von Brandis podría equipararse, pero en sentido inverso, al hecho de exponerte ante un cubo de vinil y analizar lo que su presencia genera en ti. Luego, tras transformar ese cubo en un sensual cuerpo femenino o, por qué no, en un lúcido falo (que a fin de cuentas estarían hecho a partir de "exactamente" el mismo trozo de materia), podrías volver a analizar lo que su presencia genera en ti y sin duda las sensaciones serían notablemente distintas. Ello nos habla del poder de la forma (o como dice el adagio de los políticos "la forma es  fondo").

Y siguiendo el mismo ejercicio sería interesante, tras observar estas fotografías, percibir si realmente te generan alguna excitación las escenas mutiladas. Lo cual en este caso, y que a mi juicio hubiese reforzado el discurso creativo de Von Brandis, lo mejor hubiera sido poder tener el comparativo, es decir, poder contrastar su obra con las imágenes originales y así comprobar la verdadera transmutación psicoperceptiva que genera en nosotros la diferencia entre una escena de felatio protagonizada por dos personas y una semi-amorfa composición de siluetas blancas aludiendo sutilmente a una fantasmagórica escena de sexo oral. Pero aun así no deja de ser interesante la propuesta de  Von Brandis.