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Existen innumerables casos de activistas anti-gay a quienes eventualmente se les comprueban prácticas homosexuales. Aquí una lista de tres de los casos más famosos

La hipocresía y el fanatismo son dos de las vibraciones más bajas a las que podemos acceder los seres humanos y, combinadas, se genera una de las más nefastas frecuencias. Tal vez el ejemplo más popular de este patético combo es protagonizado por múltiples curas, párrocos o sacerdotes que por un lado promueven de manera ferviente, casi mesiánica, su dogma religioso, y por otro resulta que abusan sistemáticamente de niños allegados a sus respectivas iglesia. Sin embargo, existe otro fenómeno particular que encarna flagrantemente esta combinación: los promotores de la homofobia, varios de ellos, por cierto, también defensores de estandartes religiosos y a quienes eventualmente se les comprueban no sólo prácticas homosexuales, lo cual solo sería criticable por sus circunstancias particulares, sino un alto grado de degeneración física y espiritual.

Pijama Surf te presenta tres de los casos más famosos de activistas anti-gay que resultaron ser precisamente aquello contra lo que promovían su odio.

George Reckers

Este hombre encabezó en los años ochenta una de las más encarnizadas campañas homofóbicas en Estados Unidos, publicando artículos como "Creciendo Heterosexual: Lo que las familias deben saber para evitar la homosexualidad". Tras una cirugía, Rekers anunció la contratación de un joven que le ayudaría a cargar con su equipaje durante su tour de conferencias anti gay. Solo que extrañamente buscó a su futuro ayudante en Rentboy.com, un catálogo de jóvenes escorts masculinos, de donde eligió a un vampiresco chico llamado Lucien que físicamente combina los rasgos de Conan el Bárbaro y la linda chica de la Laguna Azul. Tras haberse desatado el escándalo, Rekers negó rotundamente cualquier relación sexual con su joven ayudante, sin embargo, nunca supo explicar por qué tenía una cuenta en un sitio destinado a prostitución masculina y por qué había elegido a un chico cuya descripción laboral era "tengo un hermoso trasero y un pene de 8 pulgadas". Meses después, Lucien admitió haber sostenido relaciones sexuales en repetidas ocasiones con el famoso homófobo.

El Pastor de Georgia, Eddie Long

A pesar de tener nombre y físico de actor porno, Eddie Long decidió convertirse en un famoso tele-evangelista. En 2004 encabezó una marcha a la tumba de Martin Luther King para exigir el derecho exclusivo del matrimonio heterosexual y ofrecía su iglesia como un centro de sanación en contra de la homosexualidad. Sin embargo, el musculoso Eddie parece haber cedido frente a su propio pseudo demonio, ya que actualmente enfrenta una demanda por abuso sexual en contra de cuatro jóvenes, quienes al momento de su relación con este pastor tenían entre 16 y 19 años. Eddie acostumbraba regalarles coches y llevarlos de viaje alrededor del mundo a cambio de sexo oral y masajes eróticos.

Richard Curtis

Este congresista que representaba a Washington en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, famoso por la promoción de leyes que denigraban los derechos de la comunidad gay, invariablemente votaba en contra de cualquier legislación que implicara el respeto a los derechos de esta minoría, pero tuvo que renunciar a su cargo después de acusaciones por parte de un escort masculino. Cody Castagna afirmó que Curtis lo contrató para tener relaciones sexuales en un motel. A cambio de sus servicios le ofreció mil dólares, mismos que Cody aceptó. Sin embargo, tras un performance en el que Curtis apareció vestido con un negligge rojo previo a sostener un encuentro sexual con su escort, el congresista le confesó a Cody que sólo traía $200 dólares; en represalia, la víctima decidió tomarle fotografías con su peculiar atuendo.

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