La segunda carrera anual de descenso topless en trineos fue celebrada en Braunlage, Alemania, con una asistencia récord de 14 mil personas. El público llego con un ánimo excelente, acompañado de las infaltables cervezas, con porras que alentaron a los participantes, los cuales se enfrentaron heroícamente a las inclemencias del invierno.
"Tuvimos una enorme suerte", dijo André Gierke de la radio 89.0, "un clima perfecto para el descenso desnudo en trineos".
Los treinta participantes de la carrera, hombres y mujeres, mostraron sus cuerpos en la nieve, y muchos de ellos al parecer habían estado antes en la playa.
El ganador fue Christian Schmidt, de 26 años. La carrera fue un éxito. Al mismo tiempo que se celebran los juegos invernales de Vancouver, uno se podría preguntar ¿qué tiene más rating?
La carrera se celebró pese a varias quejas y la amenaza del alcalde de cancelararla porque supuestamente genera mala publicidad para el pueblo de Braunlage en la región de Harz. Algo que nos hace recordar al inmortal Príncipe de Dinamarca, que dijera: "No hay cosas buenas o malas, es el pensamiento que las hace", puesto que para nosotros es buena publicidad para Braunlage y quisieramos descender desnudos la montaña en la estupefacción general, en búsqueda del campeonato y del sagrado metal.