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Los venados proliferan en Nara porque son protegidos, entendidos y generosamente alimentados por locales y turistas

Aunque esto se parezca mucho al fin del mundo es la realidad que viven en Nara, Japón, una ciudad con 400 mil habitantes, de los cuales 1000 son venados. Están en todas partes y son generalmente inofensivos y venerados por los locales. La fotógrafa Yoko Ishii desarrolló una infatuación por el surrealismo que se vive en Nara y documentó los paseos silenciosos de los venados caminando por las calles.  

Los venados de Nara, al igual que los coyotes que cruzan semáforos en Nueva York, han hecho de la ciudad su hábitat natural y parecen disfrutarlo indiferentemente, como si estuvieran en el bosque. Se pasean por paradas de camión, estacionamientos, cruceros de calles… Ishii procura retratarlos muy temprano en la mañana cuando no hay gente en las calles, para enfatizar en nuestra necesidad de conquistar a la naturaleza.

Pensamos que podemos controlar a la naturaleza. Pero destruimos nuestro entorno y seguimos usando tecnologías sin manejarlas apropiadamente. Titulé a esta serie Beyond the Border porque estos venados libres permanecen desapegados de las reglas hechas por el hombre.

Los venados proliferan en Nara porque son protegidos, entendidos y generosamente alimentados por locales y turistas. Son considerados sagrados por su significación en la antigua religión Shinto. En otras partes de Japón los venados son considerados una peste destructiva y maltratados, pero Nara y Miyajima son paraísos para estos cuadrúpedos. Como se puede observar en una de las fotos, incluso amamantan a sus bebés en plena calle.