La importancia de hacer algún tipo de ejercicio aeróbico si se desea tener una actividad cognitiva intensa no puede ser enfatizado de manera suficiente: recordemos que Sócrates, retratado en los Diálogos de Platón, constantemente suele caminar junto a sus interlocutores mientras ejerce la mayéutica. Son numerosos los pensadores que han enfatizado también los beneficios del movimiento físico para la creatividad y la claridad mental, como Thoreau, Goethe o Einstein, además de que caminar en sí mismo puede combatir la depresión y a revisar los patrones mentales.
Algunos estudios han encontrado los siguientes beneficios del movimiento físico en relación con la cognición y el mejoramiento del aprendizaje:
* El ejercicio mejora el flujo sanguíneo: mayor flujo implica mejor disponibilidad de sangre, energía y oxígeno en el cuerpo y especialmente en el cerebro.
* El hipocampo, la parte de nuestro cerebro encargada del aprendizaje y la memoria, se activa también durante el ejercicio físico.
* Al activar las neuronas del hipocampo a través del ejercicio, la función cognitiva en actividades creativas e intelectuales mejora.
* Estudios en ratones demostraron que correr refuerza el aprendizaje espacial.
* El ejercicio aeróbico podría revertir el encogimiento del hipocampo, un proceso normal de la edad, lo que también sirve para conservar una buena memoria en la edad adulta.
Probablemente el vínculo entre una mejora de nuestras capacidades intelectuales y el uso que hacemos de nuestro cuerpo esté relacionado como una ventaja evolutiva: nuestros ancestros debieron desarrollar ambas capacidades para hacer frente al mundo hostil donde vivían, construyendo herramientas (tanto físicas como máquinas simples, a la vez que intelectuales, como sistemas de numeración y escritura) mientras su cuerpo se adaptaba a las condiciones del ambiente.
El bloqueo creativo puede resolverse haciendo que el cuerpo sude un poco.
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