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Una familia británica sostiene que su querida mascota, Looby Loo, ha regresado a la Tierra como una piedra.

La historia de la reencarnación, o metempsicosis, en Occidente tiene una buena amistad con los perros. El gran iniciado Pitágoras, según cuenta Xenofanes, reconoció el alma de un amigo en un perro que estaba siendo maltratado. Este filósofo matemático es responsable de introducir en Occidente la teoría de la transmigración de las almas. Si bien para algunos aceptar que el alma de un ser humano pueda imbuirse al cuerpo de un perro es demasiado, la familia Brow va más allá y cree que su querido springer spaniel ha regresado a la tierra como una piedra.

Looby Loo murió hace 2 años cuando tenía 13 años (en cuenta humana), pero hace unos días Mark Brow se asomó al jardín donde su querida mascota solía reposar preferencialmente y vio su imagen dibujada entre el musgo de una piedra. Al principio pensó que era un truco de la luz, luego miró sospechosamente a su trago (según informa el Daily Mail), pero más tarde constató que su imagen seguía labrada en la piedra, justo en el lugar donde Looby Loo pasaba las tardes.

Según el Sr. Brow su familia seguía levemente enlutada por la muerte de este gran can interdimensonal (¿irradiado desde Sirio?), pero que tal vez es una señal para hacer caso a sus hijos y adquirir otro perro.

Este parece otro caso más para la engañosa oficina de control de coincidencias cósmicas, en el que la mente y el deseo pasan fácilmente el ligero velo que los separa de la realidad. Ejemplos de la proyección mental de imágenes y creencias en la naturaleza abundan: el extraterrestre gris en una piedra de Stonehenge, el rostro de Cristo en un sarten o el de la Virgen en unos burritos, por citar algunos.

Vía Daily Mail