Estudio científico demuestra que las auras son reales

Aunque a algunas personas les podría parecer rídiculo que la ciencia aún cuestione la existencia de las auras, o campos biomagnéticos, generalmente expresados en colores, lo cierto es que el mainstream científico generalmente considera que la visión áurica, al igual que la telepatía (ver pruebas científicas de la telepatía), son alucinaciones propias de las enfermedades mentales o de los fakires. Pero para las personas que experimentan estos fenómenos psi, que seguramente son accesibles a cualquier ser humano, es incontrovertible que lo que perciben es real.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de San Diego ha demostrado, con el rigor de las batas blancas y las revisiones académicas, que las auras son reales, al menos un tipo de auras. Los investigadores han identificado una nueva forma de sinestesia, en la que un hombre percibe emociones en colores que rodean a las demás personas.

El sujeto en cuestión, llamado RF, tiene 23 años y ha sido diagnósticado con una forma de autismo concocida como síndrome de Asperger (al igual que Gary McKinonn, el UFO hacker). A los 10 años, la mamá de RF le dijo que pusiera un color a cada una de sus emociones, en un esfuerzo para que lograra comunicarse.

Esto llevó a que RF, años después, experminentara las auras de colores alrededor de otras personas dependiendo de las emociones que les relacionaba. Según RF, el aura de las personas tiende a ser azul, pero luego cambia según el contenido emocional.

Para probar lo que decía RF, los investigadores colocaron a una voluntaria contra una pared blanca y dibujaron su silueta por sobre ella con una pluma negra. RF reportó ver el aura de la voluntaria llenando su cuerpo hasta la línea negra no obstante cuan lejos se dibujó la línea. El equipo escribió letras de colores contra el fondo blanco en varios puntos alrededor de la voluntaria. Le preguntaron a RF que letra era. Cuando la letra era azul y dentro de la línea negra, RF tuvo problamas en responder el nombre de la letra. Los investigadores creen que las letras azules dentro de la línea negra probablemente se fusionaron con el aura azul percibida.


"Algunas personas que dicen ser psíquicas podrían estar diciendo la verdad cuando dicen que ven auras, tal vez están dentro de este espectro de sinestesia", dijo la investigadora Elizabeth Seckel. "Podrían estar sintonizando las emociones de las demás personas y proyectándolas como un aura de color". Curiosamente otro estudio científico muestra que la sinestesia, la capacidad de multipercepción sensorial, se puede aprender, así que esto signfica que podmeos aprender la sinestesia que ve emociones como colores.

El caso de RF, plantea varias preguntas ¿está este joven autista proyectando solamente sus emociones, en un solipsisimo animista, o está percibiendo las emociones de los demás de forma clarividente? Siendo autista, volcado sobre sí mismo, se podría pensar que difícilmente accede a las emociones de los demás (aunque sin embargo esto podría ser que sólo tiene dificultades de comunicar las emociones y no de percibirlas).

¿Las personas que ven el aura, están viendo su propio arco iris emocional reflejado en los demás? O ¿acaso ocurre una fusión de campos magnéticos y mis colores colorean a los tuyos que colorean a los míos en la luz que sobrenada nuestros cuerpos?

Las personas que dicen percibir el aura, revelan que el aura es una fuente de información infalible, ya que la energía no miente. Los colores se revelan como códigos emotivos -una comunicación similar a la de los cefalópodos- que reflejan la firma psíquica de una persona, su momentum y su historia emocional.

Otra cuestión en este caso tiene que ver con la definción de "real", hasta que punto una persona puede suponer que su realidad es la realidad de todas las personas, básandose en una utópica objetividad. El instrumento que usamos para definir la realidad determina la realidad que obtenemos. Y nadie puede dejar de usar su propio cuerpo y cerebro como instrumento para percibir y discutir esa realidad, por lo cual la realidad es siempre una cuestión mental y subjetiva.

Aunque la ciencia establecida desestima la famosa cámara de Killian, que supuestamente fotografía el aura, un estudio científico japonés muestra que los seres humanos emite biofotones de forma rítimica y con diferencias según la parte del cuerpo.

El científico ruso Konstantin Korotkov tomó estas fotografías que dice revelan el alma dejando el cuerpo como una luminosidad.

Vía New Scientist

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