4/20. Éste no es un número cualquiera: es el símbolo que representa e identifica a la comunidad cannábica y su cultura desde hace ya casi cincuenta años. Para los no relacionados con el mundo del cannabis, diremos que 4/20 –leído "cuatro veinte"– es todo un término con identidad propia.
Cierta confusión rodea la voz "4/20" y su origen, pero la versión más aceptada como real es la siguiente.
Todo comenzó un día cualquiera del año 1971 en la Escuela Secundaria de San Rafael, en California. Los hermanos Waldo (The Waldos), estudiantes de la escuela, supieron de una una persona que ya no podía cuidar la parcela donde cultivaba marihuana y tomaron la decisión, junto con algunos amigos, de arrancar las plantas y hacerse con una buena provisión de yerba. Se estableció como costumbre, por motivos de horarios y actividades escolares, reunirse a las 4:20 p.m. a fumar marihuana en la estatua erigida en honor a Louis Pasteur. "4:20 Louis" era la contraseña que establecía la cita. Con el tiempo, el término 4/20 fue ganando popularidad de forma espontánea y funcionó a modo de código secreto, desconocidos por padres y profesores, que reunía a lo amigos a fumar un porro.
Aunque no se sepa realmente su origen, la verdad es que el colectivo de fumadores de marihuana le da una importancia nula si lo comparamos con la capacidad de unión y de identidad que poseen estas siglas. Hace ya mucho tiempo que la expresión 4/20 forma parte del lenguaje cannábico y dejó de ser una consigna local para ser un símbolo internacional. De hecho, hoy posee un enorme peso sociológico y cultural y supone múltiples significados como el de solidaridad, compromiso, complicidad y lucha pro legalización de la marihuana entre todos los miembros de dicha comunidad.
Los efectos del 4/20 se fue modificando con el tiempo: el paso siguiente fue saltar al calendario. La transposición de estos números a una fecha fue algo muy fácil: 4/20 en el formato utilizado en Estados Unidos es el 4º mes del año y el día 20, por lo que el término quedó transformado en el "20 de abril". El magnífico poder de convocatoria que rodeaba –y rodea– a estos números ha hecho de esta fecha el día internacional del consumo de marihuana y de su cultura.
A ese día y a esa hora miles de personas fuman públicamente marihuana en diferentes lugares del mundo, sabiéndose integrados en un colectivo y estrechamente unidos entre sí mental y espiritualmente. Esta celebración también es un foro social donde discutir y hablar públicamente sobre la legalización de la marihuana, de su uso y su cultivo.
Precisamente en muchos lugares donde el fumar maría no está legalizado, el hecho de que un gran número de personas se citen en un lugar público y fumen sin que la policía pueda actuar, hace de esta celebración una protesta, un desafío y una reivindicación de la legalización de la marihuana y de su consumo responsable. Estas "fiestas" siempre están organizadas para que, puntualmente y todos juntos, a las 4 y 20 de la tarde se empiece a fumar produciendo así una gran nube de humo que vuela por encima de los asistentes.
Son numerosas las ciudades que convocan este festejo. Por supuesto, ciudades de los Estados Unidos, como las pioneras San Rafael y San Francisco, en California; en el campus universitario de Boulder y en diferentes lugares de Denver, en Colorado; Boston; Seattle y Nueva York, se encuentran entre las más populares. En los últimos años, ha podido verse el acercamiento de una parte importante de la población americana a una imagen menos estigmatizada del cannabis y su legalización se discute en los foros culturales, médicos y políticos. En este sentido, debe señalarse que la legalización de la marihuana para uso terapéutico o medicinal, que ha ido sucediéndose en diferentes estados del país, da una nueva visión e impulso a la celebración del día del cannabis en el futuro.
Fuera ya de las fronteras de Estados Unidos, la ciudad de Vancouver, en la Columbia Británica en Canadá, es una de las seguras desde hace ya muchos años. De hecho, mucha gente piensa que fue aquí donde se acuñó la tradición de las celebración del 4/20 desde que, en 1995, unos 200 fumadores de maría se plantaron juntos a fumar en público a modo de protesta y reivindicando la despenalización del cannabis. Hoy en día, llega a ser unas de las celebraciones del 20 de abril más grandes de Norteamérica. Toronto, Ottawa y Ontario también organizan actividades, entretenimientos y paradas donde se vende comida, objetos relacionados con la cultura del cannabis y recuerdos.
Aparte del continente americano, en Australia, ciudades como Dunedin y Auckland, y en Nueva Zelanda también se reúnen personas en los campus universitarios con los mismos fines.
En Europa, el término 4/20 no posee la carga social ni simbólica tan marcada como en el Norte de América. Tal vez es debido a que la tenencia, el auto-cultivo y el uso (sea terapéutico o lúdico) de la marihuana no es claramente ilegal en los diferentes países europeos. Además, el debate sobre un uso menos restrictivo de ella está sobre la mesa de forma cotidiana.
Por otro lado, se convocan en numerosas ciudades concursos, premios y certámenes nacionales o mundiales: Cannabis Champios Cup, High Times, Higlife Cup, etc. cada año. Parece que se conecta más con la hora 4:20 que con el día 20 de abril, lo que no impide que se celebren manifestaciones y reuniones en ciudades como Londres, Ámsterdam, Madrid y Barcelona en dicha fecha.
Caso aparte es Francia, ya que el 20 de abril es una fecha señalada por otras razones: es el día en que Hitler nació, lo que es una buena razón por la que los franceses no celebran el día de la marihuana. En el país galo, el 18 de junio funciona como fecha homóloga al 4/20.
En suma, se trata de una fecha redonda para un símbolo que representa fraternidad, complicidad y fuerza de un colectivo con una cultura propia y unos deseos claros.
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