Compañías de psicodélicos empiezan a ofrecer exámenes de ADN para personalizar 'viajes'
Ciencia
Por: Luis Alberto Hara - 10/13/2021
Por: Luis Alberto Hara - 10/13/2021
Las drogas psicodélicas, la medicina genética y la tecnología se han empezado a unir para ofrecer nuevas experiencias psicoterapéuticas (y, probablemente, hacer mucho dinero en el camino). Según reporta Bloomberg, hay un pequeño boom de start-ups que están ofreciendo exámenes que puedes hacer en casa para medir ciertas características genéticas a través de las cuales se puede "influir en la respuesta de un cliente" a diferentes sustancias.
La compañía de California Endocanna Health ofrece exámenes de saliva por 199 dólares, los cuales miden 57 factores genéticos que son usados para seleccionar la cepa y la dosis correcta. Esencialmente se busca evitar un "malviaje", pero teóricamente también se pueden hacer recomendaciones específicas para mejorar el desempeño o tratar ciertos problemas como la ansiedad o el insomnio.
Otra compañía, la canadiense Entheon, que también hace pruebas de saliva, mide cinco factores: enzimas en el hígado que marcan la metabolización de la ketamina, variaciones en receptores de serotonina y otros tres factores que sugieren "riesgos de salud mental".
Estas compañías creen que el ADN es el sello de cada persona, bajo el supuesto de que las personas son fundamentalmente información. Estas pruebas, además, podrían ayudar a determinar si alguien es propenso a tener una reacción negativa a sustancias psicodélicas más fuertes como la psilocibina, el DMT o la ketamina.
La incipiente revolución de la medicina psicodélica ya ha visto la creación de empresas multimillonarias como COMPASS Pathways, dedicada a desarrollar tratamientos médicos con base en la psilocibina. El problema que enfrenta el crecimiento de este sector, según algunos médicos y analistas, es que sigue habiendo un cierto riesgo de experiencias negativas.
Si bien estas sustancias son consideradas seguras, los reportes de "malviajes" son relativamente comunes. Un estudio de Johns Hopkins halló que de 1 993 personas que reportaron tener un "malviaje", el 11% señaló que se habían puesto a ellos mismos o a otros en peligro y el 8% dijo que tuvo que buscar tratamiento médico para los síntomas relacionados con la experiencia. Parte fundamental de la medicina psicodélica es reducir radicalmente el peligro de la experiencia psicodélica, idealmente sin disminuir (o incluso aumentando) el potencial de transformación y sanación.
Uno de los grandes expertos médicos en el tema, el Dr. Roland Griffiths, le dijo a Bloomberg que aún es demasiado pronto para saber si los tratamientos personalizados tienen sentido o si la genética tendrá un papel importante en optimizar los viajes psicodélicos: "Actualmente, en la psiquiatría de precisión no existen ni siquiera buenos predictores genómicos de respuestas a la mayoría de las intervenciones. No estoy al tanto de que existan tampoco para los psicodélicos".
Los factores que influyen en la respuesta que se tiene a una sustancia no son solamente genéticos. Tienen que ver con lo que la persona comió ese día, su estado emocional y con algo que antiguos psiconautas como Tim Leary remarcaron: el "set and setting", el lugar y el contexto en el que se realiza el "viaje". Estos aspectos pueden ser mucho más decisivos y no siempre son fáciles medir o controlar. El Dr. Jan Roberts, señala, por ejemplo, que algunos alimentos como el mango tienen la reputación de potenciar los efectos de la cannabis.
Dicho eso, es muy probable que medir ciertos parámetros y tener información genética de los individuos pueda ser una importante herramienta para personalizar las experiencias psicodélicas, y pueda dar confianza y reducir ciertos riesgos en el caso de quienes tengan dudas respecto a las posibles reacciones.
Otros consideran que el "malviaje" puede ser parte esencial de la experiencia psicodélica y tener una influencia significativa en un proceso curativo o de transformación y que la excesiva higienización del proceso psicodélico podría reducir la efectividad y la riqueza de las experiencias.
Lo indudable es que estamos apenas entrando a una era en la que las sustancias psicodélicas serán cada vez más importantes en la medicina, particularmente en los tratamientos psiquiátricos y psicoterapéuticos y para cuestiones de performance y creatividad, algo que ya ocurre en lugares como Silicon Valley a través de las microdosis y otras tendencias.