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El incremento de "tormentas de baja velocidad", responsable de las inundaciones, se debe al cambio climático

Tormentas lentas que acumulan grandes masas de lluvia y fuertes vientos pueden afectar seriamente las estructuras de ciudades europeas en los siguientes años, han advertido científicos.

En las últimas semanas varias inundaciones han golpeado a diferentes ciudades europeas, particularmente en Bélgica y Alemania, dejando cerca de doscientos muertos. Según informa The Guardian, científicos del clima han computado modelos informáticos que predicen un incremento de hasta catorce veces veces en los siguientes ochenta años. Se trata de otro problema producido por la "caja de Pandora" que hemos abierto al explotar y descuidar el medioambiente

Las tormentas que afectaron el centro de Europa son clasificadas como "tormentas de baja velocidad", las cuales tienen efectos más graves pues concentran por más tiempo el agua y el viento. Esto suele producir inundaciones que llegan a ser mortales.

Al aumentar la temperatura, la atmósfera acumula más humedad, lo cual lleva a episodios pluviales más extremos. Las proyecciones recientes, realizadas por un equipo de investigadores liderado por Abdulla Khramana de la Universidad de Newcastle, determinaron que los efectos climáticos se traducen también en una mayor concentración de tormentas de baja velocidad. Y, al igual que la ola de calor que ha castigado a diversos países este verano, este incremento también parece deberse al deshielo del Ártico y de otras áreas de la criosfera. 

El modelo desarrollado muestra que países más nórdicos como Inglaterra, Suecia y Noruega podrían verse afectados también por estas tormentas de baja velocidad que pueden castigar severamente a poblados que no tienen la infraestuctura necesaria para lidiar con estos eventos.

Los científicos sostienen que la actividad humana ha hecho que fenómenos como la ola de calor reciente en Norteamérica sean hasta ciento cincuenta veces más probables y aquellos como la ola de calor en Siberia hasta seiscientas veces.

De nuevo, con este fenómeno podemos apreciar la interconexión planetaria. Por ejemplo, los fenómenos de deshielo en el Ártico se manifiestan como olas de calor en Rusia y Canadá. E igualmente este es un nuevo aviso, como expresan los científicos, sobre la urgencia de tomar acciones enérgicas en conjunto para detener la incipiente catástrofe. De otra manera, deberemos acostumbrarnos a la destrucción por fuego y agua como escenas de la vida cotidiana.


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Imagen de portada: Wikimedia Commons