La cabeza de William Shakespeare no está en su tumba, revelan arqueólogos
Por: Jimena O. - 03/24/2016
Por: Jimena O. - 03/24/2016
La tumba de William Shakespeare en la iglesia de la Sagrada Trinidad de Stratford-on-Avon no tiene nombre, solamente una estrofa a manera de epitafio: "Good friend, for Jesus’ sake forbear,/ To dig the dust enclosed here./ Blessed be the man that spares these stones,/ And cursed be he that moves my bones" ("Buen amigo, por amor de Dios, evita/ mover el polvo encerrado aquí./ Bendito sea el hombre que deje en paz estas piedras,/ y maldito sea aquel que mueva mis huesos"). Sin embargo, es posible que la cabeza de uno de los poetas más leídos de todos los tiempos ni siquiera esté ahí.
Un documental inglés que se transmitirá la próxima semana buscó desentrañar --metafóricamente-- algunas de las leyendas asociadas a la tumba del Bardo. Por ejemplo, desmentir el rumor de que fue enterrado de pie, como sí fue el caso de su colega Ben Jonson. Dicha producción reveló que la cabeza de Shakespeare pudo haber sido robada en algún momento de la Historia, una leyenda que parece tener un fundamento concreto gracias al radar de penetración en el terreno.
Kevin Colls es el arqueólogo en jefe que analizó la tumba: "Nos topamos con esta cosa muy rara del lado de la cabeza. Era muy obvio, con la información que recibíamos, que había algo distinto ahí en ese lugar en particular. Concluimos que eran signos de que el material fue excavado y puesto de nuevo en su lugar".
Durante el siglo XVIII tuvo lugar un auge de los robos de tumbas, por lo que la cabeza de Shakespeare pudo haber terminado en alguna colección particular desde entonces: "La gente quería los cráneos de gente famosa, potencialmente para analizarlos y ver qué los hacía ser genios. No me sorprende que los restos de Shakespeare fueran un blanco".
Este año William Shakespeare cumplirá 400 años de muerto, pero el misterio de su cabeza no se resolverá pronto. El reverendo Patrick Taylor, autoridad en la iglesia de la Sagrada Trinidad, no permitirá que los restos del Bardo sean exhumados para analizar qué pudo ocurrir en el sitio, algo bastante considerado desde el punto de vista de los huesos de un poeta: "Esperamos seguir respetando la santidad de su tumba, de acuerdo con los deseos de Shakespeare, y no permitir que se le moleste. Habremos de vivir con el misterio de no saber completamente lo que yace bajo la piedra".