El increíble gato "enfermero" que cuida a otros animales en una veterinaria
Por: Luis Alberto Hara - 04/18/2015
Radamenes es un gato polaco que logró salvarse de la muerte y ahora busca ayudar a sanar a perros, gatos y otros animales. ¿Es este gato una especie de chamán?
Las historias sobre gatos extraordinarios nunca parecen acabarse en internet (hay quien teoriza que los gatos crearon el internet para que los humanos les rindieran culto). Un nuevo héroe ha llegado al panteón gatuno: se trata de Radamenes, el pequeño ángel negro de Bydgoszcz, Polonia, quien aparentemente gusta de cuidar y posiblemente (de manera misteriosa) sanar a los animales de una veterinaria donde vive. Radamenes ha tomado esta generosa actitud después de salvarse de una enfermedad respiratoria debido a la cual debatía con la muerte. Como todo chamán --aquel que ha logrado sanarse y visitado el inframundo, Radamenes regresa a la comunidad su aprendizaje y su revaluación de la vida. Algunas personas ven en este gato un ejemplo de la leyenda difundida entre amantes de los gatos de que estos animales son capaces de transmutar la energía o absorber espíritus negativos.
Según los miembros de esta veterinaria, el gato suele acurrucarse con los otros animales enfermos --trascendiendo la dualidad perros vs. gatos, masajearlos y hasta limpiarlos, especialmente después de que han sido operados. No hay duda de que podemos inspirarnos en este pequeño felino que parece haber encontrado el llamado de su alma.
El caso evidentemente recuerda al famoso "Óscar, el gato psíquico", citado en la literatura médica por el doctor David Dosa, geriatra de la Universidad Brown. Según Dosa, Óscar ha presentido más de 50 muertes sin nunca equivocarse. Óscar suele acercarse a un paciente terminal en los momentos previos a su fallecimiento, vaticinando de una sorprendente manera la muerte dentro de un hospital en Providence, Rhode Island. Enfermeros y staff del hospital creen que podría realizar alguna labor de ablución o transmutación, ayudando a los pacientes a morir, haciendo de esta forma una especie de mayéutica del alma, siguiendo a los filósofos griegos que creían que la razón de ser de la filosofía era aprender a saber morir y liberar el alma.
