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Notoriamente progresivo o simplemente reconociendo una tradición milenaria, el Ayatolá Seyyed Mohammad Sadegh ha determinado que el uso de enteógenos debe permitirse en un contexto terapéutico

220px-AyatollahRohaniEn Occidente, la cultura islámica suele considerarse retrógrada y poco abierta a prácticas modernas. Sin embargo, más allá de que existan algunos casos que pueden sugerir esto, la realidad predominante es que la mirada occidental se acerca al Islam desde el prejuicio. Un ejemplo notable de la lucidez del pensamiento islámico es el caso del Gran Ayatolá Seyyed Mohammad Sadegh Rohani, quien recientemente habría autorizado la ingesta de enteógenos y medicinas psicodélicas para los los musulmanes chiitas.

Esta medida, que conlleva una fatwa, es el resultado de meses de correspondencia y discusión que ha documentado N. Wahid Azal, y sería similar a un edicto papal en la cultura católica: imaginemos que el Papa Francisco dijera que los hongos también son sacramentales y pueden usarse como eucarestía (algo que es considerado herejía luego del trabajo de John Allegro y su visión de los psicodélicos como origen del cristianismo). La medida del Ayatolá Sadegh Rohani otorga el permiso solamente con fines terapéuticos y bajo la supervisión de especialistas. No sabemos qué tanto tendrá un efecto puntual en sesiones de ayahuasca u hongos en Irán; lo importante, sin embargo, es el reconocimiento de una autoridad religiosa de la viabilidad y la legitimidad de utilizar estas sustancias milenarias como medicina alternativa. 

Si bien en los últimos años se han reiniciado estudios científicos con psicodélicos con muy buenos resultados y en Estados Unidos se ha generado una ola de aprobación y legalización de la marihuana, no existe algo similar en otra parte del mundo, donde una persona de un rango tan alto dé su visto bueno a la utilización de esta amplia gama de poderosas medicinas que han sido secuestradas por el tabú y los intereses económicos de las farmacéuticas.