Si eres de los que leen plácidamente mientras caen en los brazos de Morfeo, procura leer libros de papel: un estudio publicado en el Proceedings of the National Academy of Sciences ha comprobado que el tipo de onda lumínica que desprenden los lectores electrónicos (como el iPad, Kindle Fire, Nook, Kobo, etc.) puede interferir con tu calidad de sueño.
En otras palabras: "Mucha gente lee para quedarse dormida. Pero tal vez no saben que esta tecnología de hecho hace más difícil que se duerman".
Charles Czeisler, autor del estudio y jefe de la División de Sueño del Hospital de la Mujer de Boston, afirma que la luz azul que desprenden estos aparatos destruye la melatonina, también conocida como hormona del sueño.
La melatonina es un regulador natural del ciclo circádico que responde a las variaciones de luz durante el día. Utilizar dispositivos electrónicos (p. ej. luz directa a nuestros ojos) después del anochecer contribuye a suprimir la melatonina necesaria para dormir.
Para probar esto, 12 adultos jóvenes pasaron 2 semanas durmiendo en un laboratorio. Se les pidió leer en un iPad (a máxima intensidad lumínica) o en un libro impreso durante 4 horas antes de dormirse a las 10pm, durante 4 noches seguidas. Luego de 5 días, los sujetos cambiaron de dispositivo.
A los lectores de iPad les tomó 10 minutos más quedarse dormidos (en promedio) que a los lectores de textos impresos. Los lectores de iPad también reportaron menor movimiento ocular acelerado (REM), y los análisis de sangre mostraron que sus ritmos circadianos se retrasaron hasta 1 hora. Esto significa que tendrán más problemas para levantarse al día siguiente.
Pero no todos los lectores electrónicos producen este efecto: el Kindle original (el que no tiene lamparita integrada) refleja la misma luz ambiental que la página de un libro impreso, y el Kobo te permite apagarla del todo. Los dispositivos Paperwhite y Voyage también utilizan otro tipo de luz, que no perturba el sueño.
