Cómo entienden los perros lo que decimos y cómo hablarles para que entiendan mejor
Por: Luis Alberto Hara - 12/02/2014
Por: Luis Alberto Hara - 12/02/2014
Todo el que vive con un canino sabe que la inflexión de su voz entra directamente al sistema cognitivo del perro y por ello entiende muchas cosas que uno dice. Escuchan si un tono es amigable o regañón, y cómo el acento y los ritmos del habla suben y bajan. ¿Pero qué hay respecto del significado de las palabras que decimos?
Hay poca evidencia de que los perros diferencien entre un discurso con palabras significativas o sonidos que sólo contengan inflexiones. Pero ello acaba de cambiar.
Esta semana, psicólogos de Current Biology reportaron que los perros sí ponen atención al significado de las palabras, y procesan esa información en una parte distinta del cerebro a la que usan para procesar claves emocionales en la inflexión de la voz.
Para llegar a esto, llevaron a cabo un ágil experimento. Les pusieron bocinas a 250 perros en cada lado de las orejas. Luego reprodujeron el comando “Ven” en ambas bocinas al mismo tiempo. Al principio el comando sonó normal. Tenía tanto palabras significativas como claves emocionales en él.
Pero luego manipularon el discurso en el comando. En algunos casos, removieron todas las inflexiones en la voz del hablante; en otros, dejaron las inflexiones en la voz pero quitaron las palabras (o reemplazaron las palabras con algarabía).
Para cada comando grabaron para qué lado volteaban la cabeza los perros, hacia la bocina izquierda o la bocina derecha. Cuando escuchaban comandos que tenían palabras significativas, alrededor de 80% de los animales voltearon a la derecha; cuando escucharon comandos con sólo claves emocionales en ellos, la mayoría de los perros volteaba a la izquierda.
Los resultados muestran que los perros pueden diferenciar entre secuencias de sonidos con significado y sin significado. El estudio también sugiere que el cerebro de un perro divide el discurso en dos partes: las claves emocionales y el significado de las palabras.
Así, los investigadores no sólo demuestran que los perros son mucho más inteligentes de lo que pensamos; también recomiendan decir todas las cosas emocionales al oído izquierdo del perro, y todas las órdenes y comandos al oído derecho.