La estructura de tu cerebro cambia si fumas cannabis, incluso ocasionalmente (ESTUDIO)
Por: Luis Alberto Hara - 11/05/2014
Por: Luis Alberto Hara - 11/05/2014
Un equipo de Harvard-Northwestern encontró diferencias en la estructura cerebral de adultos fumadores de marihuana y de no fumadores. Jodi Gilman es uno de los encargados, y se mostró sorprendido por las diferencias entre la forma de la amígdala y el núcleo accumbens.
Desde hace tiempo se sabe que estas zonas del cerebro pueden verse afectadas por el uso de la marihuana cuando el cerebro aún se encuentra en desarrollo, después de los 20 años. Pero la preocupación principal de este estudio parece ser la de demostrar que los cambios en el cerebro aparecen también en fumadores ocasionales.
A pesar de que pareciera que son malas noticias para los activistas en pro de la legalización (por parte de más mala prensa contra la cannabis), este estudio parte de la conciencia de que es necesario realizar nuevas réplicas del estudio, con poblaciones más grandes, con miras a dejar de especular. No sólo en el caso de la cannabis, sino también de la psilocibina, el MDMA y el LSD.
Sin embargo, el estudio de Gilman encontró también importantes diferencias de concentración de THC en un periodo histórico relativamente corto: de 3.75% en 1995 a 13% en 2013. Variedades como la green crack de Colorado alcanzan 21% de concentración, que puede subir a 70% en el caso de vaporizadores.
El estudio sugiere también que la concentración de ciertos tipos de cannabis podría facilitar la dependencia. Hasta ahora, la cantidad de cannabis que se usa, así como su concentración, son preguntas que el usuario ha tenido qué responder empíricamente. Al buscar que las leyes permitan llevar la cannabis al laboratorio, estaremos un poco más cerca de aprovechar sus beneficios y educar tanto a los fumadores como a los no fumadores.
Estudios previos han recalcado las diferencias neuronales entre fumadores y no fumadores, pero este nos dice además que la incidencia de malviajes aumenta en correlación directa con el aumento en la concentración de THC. En otras palabras, legalizar y vender no es suficiente sin un adecuado programa de educación en el consumo, advirtiendo sobre sus efectos indeseados, como se realiza también en las industrias del tabaco y el alcohol.