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Hombre camina por Nueva York y recibe afecto... ¿Reafirmación desesperada del patriarcado? (VIDEO)

Por: Jimena O. - 10/30/2014

El gesto reaccionario de trivializar e incluso celebrar el acoso callejero quiere decir que el discurso feminista comienza a calar estructuras osificadas de la sociedad

Poco tiempo después de aparecer el video donde una chica camina por Nueva York mientras recibe indeseadas muestras de "aprecio" del personal masculino, la página Funny or Die lanzó esta respuesta, tal vez para aprovechar el flujo viral que provocó el video original.

Es muestra de cómo (y con cuánta velocidad) puede trivializarse una discusión de género a la que incluso muchas mujeres no se sienten invitadas a participar. Puede que nunca hayan sufrido acoso en el transporte público o en la calle, o que denunciarlo les parezca un gesto victimizador de las mujeres; pero el hecho de que las mujeres (al menos en los espacios urbanos) gocen de las libertades actuales para trabajar, no casarse a corta edad e incluso poder votar, se logró gracias a cuestionar férreamente estructuras patriarcales que en otro tiempo las hubieran oprimido.

El video de Funny or Die termina con una admonición muy clara para "dejar al patriarcado en paz", lo que podría interpretarse como una buena señal: el gesto reaccionario (incluso apoyado por muchas mujeres) de trivializar e incluso celebrar el acoso callejero quiere decir que el discurso feminista comienza a calar estructuras osificadas de la sociedad. El mensaje del video de FOD es, sin embargo, muy realista: los hombres blancos sólo reciben oportunidades de empleo y cupones para productos gratis. Eso, y que hacer enojar feministas resulta en muchas visitas a sitios web.

Y es que los cambios sociales suelen ser lentos y a menudo molestos: implican observarnos a nosotros mismos en el lugar del otro; y, sin duda, pocos hombres serían tan valientes como para salir armados con una falda y una sonrisa a recorrer las calles, donde "lo normal" es que una mujer deba recibir (e incluso agradecer) el afecto indeseado de los extraños.