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Científicos concluyen que el orgasmo vaginal y el punto G no existen

Por: Jimena O. - 10/09/2014

Un reciente estudio deliberó que el orgasmo vaginal no existe y sólo se puede llegar al clímax femenino por medio de la estimulación del clítoris

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Por años, las mujeres han declarado sentir distintos tipos de orgasmos: internos y externos, cervicales o clitorianos (o incluso clímax fantasmales en los que el tacto sale sobrando). Ahora, un nuevo estudio científico asegura que todo ello es mentira; que no existe tal cosa como un punto G o un orgasmo vaginal y que el único clímax posible para una mujer es por medio del clítoris, al cual le llaman, sospechosa y perturbadoramente, “pene masculino”.

Los expertos en medicina sexual y sexólogos decidieron recientemente que “necesitaban certezas en relación con el orgasmo femenino, en lugar de hipótesis u opiniones personales” del tipo que publican las revistas populares. Argumentaron que la anatomía femenina simplemente no avala las nociones de orgasmo que tenemos hasta ahora, y que la estimulación del clítoris es el único camino al clímax.

Su artículo enumera los nombres anatómicos para cada una de las partes de la vagina pero omite que, mientras la anatomía es importante, la respuesta sexual es mucho más que laWładysław-Podkowiński-Ecstasy suma de nuestras regiones genitales. Y mientras hay evidencia de que el clítoris se parece en naturaleza al pene y tiene rasgos de desarrollo similares, no hay suficiente información para concluir que ambos son idénticos en sensación y función. Lo que es más: no hay evidencia de que un clítoris y un pene “sienten lo mismo” en el acto sexual.

Mientras los científicos avanzan en su exploración del orgasmo femenino (investigación que tomó relevancia hace relativamente poco), parece que se alejan de la experiencia empírica de mujeres reales que pueden llegar al orgasmo por distintas vías (o al menos eso es lo que creen experimentar, que sería suficiente para que exista). Es decir, en su razonamiento anatómico, los autores no explican por qué tantas mujeres no llegan al orgasmo incluso con suficiente estimulación clitoriana o por qué algunas son capaces de llegar al orgasmo en ausencia de esta. No explican el papel que el cerebro juega en el orgasmo o por qué la estimulación cervical puede llevar al orgasmo a una mujer con parálisis.

En resumen, estudiar la sexualidad es algo muy complejo, y asegurar “científicamente” que “el orgasmo femenino no existe” (porque el clítoris es un pene en potencia) está lejos de la verdad y tiene implicaciones delicadas. Como apunta Kayt Sukel para el New Scientist, parece que las investigaciones están tintadas de normas sociales y expectativas; que diferentes laboratorios quieren tener la última palabra y se pelean entre ellos en lugar de trabajar juntos.

Todos sabemos que las mujeres llegan a distintos tipos de clímax por distintas vías (al menos ellas lo saben y es suficiente). Sin embargo, hasta que los científicos quieran llevar a cabo un estudio interdisciplinario y colaborativo, no hay manera de que la ciencia sea un lugar confiable para  informarse sobre temas relacionados con la sexualidad femenina.