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Estudios sugieren que la música de Mozart puede actuar como agente curativo o potenciar ciertas cualidades positivas entre las personas

 

La frase "la música es medicina", además de poseer una coqueta fonética, también incluye una buena porción de verdad. La experiencia práctica, incluso cotidiana, de millones de personas que usamos la música para navegar la vida, es prueba de ello. Pero además, existe un buen número de estudios científicos que así lo sugieren. Entre las bondades curativas, fenómeno en el cual profundizamos en una nota publicada también en este sitio, se detectaron beneficios en áreas médicas como inmunidad, control de estrés y afiliación social. 

Pero, partiendo de la premisa de que la música tiene un poder curativo, entonces sería bueno preguntar si ciertas clases de música o intérpretes determinados potencian estas cualidades. Por ejemplo, recordemos que el brillante trío británico, Marconi Union, creó hace un par de años Weightless, una pieza que, tras el análisis neurológico de sus efectos sedantes, fue considerada la más relajante que se haya producido jamás. 

Parecía que nada podría curar, ni siquiera amainar, su padecimiento. Una cirugía cerebral, tratamientos con siete distintos fármacos especializados e incontables remedios, no lograban interrumpir los ataques que un británico experimentó cotidianamente durante una buena porción de sus 46 años de vida. Poco antes de que se sometiera a una segunda cirugía, que los doctores sugerían, comenzó inexplicablemente a mejorar de manera significativa. Habiendo promediado siete ataques epilépticos cada mes durante un buen rato, acumuló tres meses sin ataques. Intrigados, los doctores analizaron las posibles causas de la mejoría y determinaron que se debía a cambios en los hábitos del paciente. La sorpresa fue aún mayor cuando se dieron cuenta que el único cambio sustancial era que estaba escuchando, diariamente y durante 45 minutos, música de Mozart. 

Este caso reportado por el Instituto de Neurología de Londres es un ejemplo reciente de lo que se conoce como el "efecto Mozart", termino generalmente asociado con un aparente aumento en ciertas habilidades cognitivas, producto de escuchar sus composiciones, pero que se ha extendido para referir cualquier efecto positivo que conlleve esta práctica. De acuerdo con el doctor John Hughes, de la Universidad de Illinois, la influencia de la música de Mozart en el cerebro humano podría deberse a la compleja organización de sus composiciones: "La arquitectura de la música de Mozart es brillantemente compleja, pero también está sofisticadamente organizada. La organización de la corteza cerebral podría resonar con esta música y así normalizar cualquier subfuncionamiento". 

Algunas propiedades curativas y benéficas de la música de Mozart:

Epilepsia / Además de este caso reciente, neurólogos de la Universidad de Illinois comprobaron que 23 de 29 pacientes reportaron una disminución significativa de la actividad cerebral que precedía a ataques epilépticos. 

Vista / Tras un estudio realizado en 2006, investigadores brasileños de Casa Santa, en Sao Paulo, sugieren que escuchar diez minutos de la Sonata para dos pianos permitía a los pacientes de glaucoma registrar mejor vista que aquellos que no habían tenido ese preámbulo. 

Ritmo cardiaco / Un estudio realizado en el Hospital Oberwalliser de Suiza detectó que la música de Mozart y de Bach reducía el ritmo cardíaco y lo estabilizaba.  

Estrés / Médicos del Weill Cornell Medical College de la Universidad de Nueva York han detectado indicios de que la música de Mozart puede ser un relajante particularmente efectivo, incluso en recién nacidos, quienes evidentemente no cuentan con referencias culturales del compositor.  

Tal vez vale la pena recalcar que la música es, antes que nada, un vehículo del gusto, del desdoblamiento y que, independientemente de cualquier estudio científico o aparente beneficio tangible, sus verdaderos regalos son aquellos que no pueden expresarse –pues sólo ella los expresa. Pero si además de esa armónica efervescencia que induce en nosotros podemos confirmar que el arte del sonido nos comparte beneficios medicinales, entonces no queda mucho que decir, y demasiado por escuchar.  

 Twitter del autor: @ParadoxeParadis