“The Great Sex Letter”, la carta de un ebrio Neal Cassady a Jack Kerouac
Por: Jimena O. - 08/07/2012
Por: Jimena O. - 08/07/2012
Neal Cassady y Jack Kerouac en 1952
El 7 de marzo de 1947, un ebrio Neal Cassady escribió una letra a su amigo, Jack Kerouac, donde muestra una prosa libre, desenfrenada y desinhibida. Tiempo después, Cassady serviría de base para el personaje Dean Moriarty, de la novela On the Road (En la carretera) y el estilo de su escritura influiría enormemente en la de Kerouac. Después de la muerte de Cassady, Kerouac apodó a esta carta “The Great Sex Letter”.
Boceto de portada dibujado por Kerouac en 1952
7 de marzo de 1947
Estimado Jack:
Estoy sentado en un bar en Market Street. Estoy borracho, bueno, no tanto, pero pronto lo estaré. Me encuentro aquí por dos razones: debo esperar 5 horas para el autobús a Denver, y finalmente, pero no menos importante, me encuentro aquí (bebiendo), por supuesto, por una mujer y ¡qué mujer! Para ser cronológico al respecto:
Estaba sentado en el autobús cuando se detuvo en Indianápolis, Indiana para tomar más pasajeros. ¡Una perfectamente proporcionada, bella, intelectual, apasionada, personificación de Venus de Milo me preguntó si el asiento a mi lado estaba reservado! Me atraganté (estaba borracho), hice gárgaras y tartamudeé: ¡NO! (Paradojas de la expresión, después de todo, ¿cómo se puede tartamudear ¡No!?) Se sentó ―Yo sudé― Ella empezó a hablar; yo sabía que diría generalidades, así que, para ponerla a prueba, permanecí en silencio.
Ella (su nombre es Patricia) se subió al autobús a las 8 pm (¡Oscuro!) Yo no hablé hasta las 10 pm ―en el intermedio de 2 horas no sólo, por supuesto, determiné que la haría mía, sino también, CÓMO LO HARÍA.
Naturalmente, no puedo citar la conversación textualmente, pese a ello, trataré de contarte la esencia de lo que ocurrió desde las 10 pm hasta las 2 am.
Sin los mínimos comentarios preliminares (¿cuál es tu nombre?, ¿hacia dónde vas?, etc.), me conecté en una forma de hablar completamente consciente, completamente subjetiva, personal y, por así decirlo, "penetrando su corazón"; para ser más breve (pues me estoy volviendo incapaz de escribir), a los dos de la madrugada la tenía jurándome eterno amor, completamente sojuzgada a mí y a mi inmediata satisfacción. Anticipando aún más placer, no quería que ella me la chupara en el autobús, en vez de ello jugamos, así como dicen, entre nosotros.
Sabiendo completamente mío este ser supremo perfecto (cuando esté más coherente, te contaré su historia completa y la razón sicológica por la cual me amaba), no pude concebir ningún obstáculo para mi satisfacción, pero "los mejores planes del ratón y de los hombres acaban extraviados" y mi némesis fue su hermana, la bruja.
Pat me había dicho que su razón de viajar a Saint Louis era para ver a su hermana; había quedado en encontrarla en la terminal. Así que, para deshacerse de la hermana, espiamos alrededor de la terminal cuando llegamos a Saint Louis a las 4 am para ver si ella (su hermana) estaba allí. Si no lo estaba, Pat pediría su maleta, se cambiaría de ropa en el baño y ella y yo nos iríamos a un cuarto de hotel por una noche (¿años?) de perfecta dicha. La hermana no estaba a la vista, así que Ella (nota la mayúscula) tomó su maleta y se retiró al baño a cambiarse ―guión largo―.
Este párrafo debe, por necesidad, ser escrito de una forma completamente objetiva.
Edith (su hermana) y Patricia (mi amor) salieron de la casa de los meados tomadas de las manos (no voy a describir mis emociones). Parecía que Edith (bah) llegó temprano a la terminal y mientras esperaba a Patricia, sintiéndose adormilada, se acostó en un sillón. Por ello Patricia y yo no la vimos.
Mis esfuerzos desesperados por liberar a Pat de Edith fracasaron, aún los sentimientos de terror y de esclavitud de Pat hacia ella se rebelaron demasiado para afirmar que ella debería ver a "alguien" y más tarde yo me encontraría con Edith. Todo fracasó. Edith era inteligente; ella vio lo que estaba sucediendo entre Pat y yo.
Bien, para resumir: Pat y yo estuvimos en la terminal (a la vista de su hermana) apretándonos el uno contra el otro, jurando no amar nunca más y luego yo tomé el autobús a Kansas City y Pat se fue a su casa, dócilmente, con su dominante hermana. ¡Ay, ay de mí!
En completo (trata de compartir mis emociones) desconsuelo, me senté, mientras el autobús avanzaba hacia Kansas City. En Columbia, Missouri, una joven (19), completamente pasiva (mi carne), virgen subió al ómnibus y compartió mi asiento... En mi abatimiento por haber perdido a Pat, la perfecta, decidí sentarme en el autobús (detrás del conductor) a plena luz del día y seducirla. Desde las 10:30 am hasta las 2:30 pm yo hablé. Cuando había terminado, ella (confusa, su vida entera confundida, metafísicamente asombrada por mí, apasionada en su inmadurez) llamó a sus viejos en Kansas City y fue conmigo a un parque (estaba empezando a oscurecer), y me la tiré; la cogí como nunca antes; todas mis emociones reprimidas encontraron su liberación en esta joven virgen (y lo era) quien es, para el caso, ¡una maestra de escuela! Imagina, ella ha cursado 2 años en Mo. St. Teacher's College y ahora da clases en Junior High (ya no estoy pensando correctamente).
Voy a parar de escribir. Oh sí, para liberarme por un momento de mis emociones. Debes leer Las Almas Muertas, partes de ella (donde Gogol muestra su perspicacia) son como tú.
Elaboraré más adelante (¿probablemente?), pero por el momento estoy borracho y feliz. Después de todo, estoy ya libre de Patricia debido a la joven virgen. No tengo nombre para ella. Al compás de las alegres notas de Lester Young y "Jumping at Mesners” (que estoy escuchando) cierro hasta luego.
A mi hermano
¡Adelante!
N. L. Cassady
P.D. Olvidé mencionar que los padres de Patricia viven en Ozone Park y, por supuesto, como su apellido es Lague, ella es francocanadiense como tú.
Escribiré pronto,
Neal.
P.P.D. Por favor lee esta ilegible carta como una cadena continúa de pensamiento indisciplinado, gracias.
N.
P.P.P.D. Post, post, post data, sigue trabajando duro, termina tu novela y encuentra conocimiento verdadero, fuerza en la soledad y no desesperación. Incidentalmente estoy empezando una novela también, “créelo o no”. Adiós.