*

Investigadores encuentran que cuando las abejas adultas se encargan del cuidado de las larvas ven mejoradas sus capacidades cerebrales, adquiriendo la habilidad de aprender nuevos comportamientos, además de que las proteínas en su cerebro también se modifica; el descubrimiento podría aplicarse en el ser humano.

Científicos de la Universidad Estatal de Arizona han descubierto un nuevo rasgo admirable en las abejas, esos insectos tan importantes para el equilibrio natural planetario. Se trata de su capacidad para retrasar los efectos del envejecimiento en su cerebro.

Así, de acuerdo con el investigador Gro Amdam y otros colegas tanto de Arizona como de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, encontraron que cuando abejas adultas toman a su cargo la responsabilidad de los nidos (una tarea que usualmente desempeñan las más jóvenes) el envejecimiento de su cerebro inicia un proceso inverso, tanto que incluso parece rejuvenecer.

En el experimento realizado para comprobar esto, los investigadores quitaron a todas las jóvenes cuidadoras de los nidos, dejando únicamente a las reinas y las larvas. Cuando otras abejas más viejas volvieron, la actividad en el panal se modificó sustancialmente, pero pronto las cosas se ajustaron y hubo especímenes dedicados a buscar alimentos al tiempo que otros se encargaban del cuidado de las larvas. Después de 10 días, las abejas que se habían quedado con las crías habían mejorado significativamente su capacidad de aprender nuevas habilidades.

Asimismo, Amdam y su equipo encontraron un cambio las proteínas cerebrales de estas abejas, en particular la Prx6 y la llamada proteína “chaperón”, la primera de las cuales en el ser humano protege contra la demencia y la segunda que brinda protección a otras proteínas y tejidos cerebrales cuando se encuentran expuestos a altos niveles de estrés celular.

Al estudiar a las abejas los científicos buscan sintetizar una droga que ayude a mantener las funciones cerebrales en el ser humano.

Imagen: Treebeard/Flickr

[ScienceBlog]