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Luego de que su gato muriera atropellado por un automóvil, el artista holandés Bart Jansen convirtió a su mascota en una aeronave impulsada por hélices adaptadas a sus extremidades.



 

En una obra sin duda polémica, el artista holandés Bart Jansen convirtió el cadáver  de su gato, Orville, en un artefacto volador que se eleva unos cuantos centímetros sobre el suelo ayudado por hélices ajustadas a sus patas.

Este gato volador se exhibe actualmente como parte de las actividades del Festival Kunstrai, que se lleva a cabo en Ámsterdam. “Lo mató un auto, y recibió sus hélices póstumamente”, se lee en la descripción que acompaña el video de YouTube.

El “Orvillecóptero”, “mitad gato, mitad máquina”, es un homenaje del artista a su mascota, quien recibió dicho nombre por Orville Wright, uno de los dos hermanos que inventaron el primer aeroplano verdaderamente funcional.

En cuanto a los posibles reclamos de crueldad animal que no se han hecho esperar contra Jansen, este asegura que su pieza es únicamente “una piel curtida, justo como los zapatos que estás usando”.

[Telegraph]