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Sexo, naturaleza, creatividad y auto-conciencia, debieran ser personajes protagónicos para este ciclo renovado; más allá de potenciales apocalipsis o de épicos propósitos para este nuevo año, lo cierto es que es buen momento para hacerte responsable de tu propia realidad

"Go naked for a sign"

Hakim Bey / Poetic Terrorism

Con el latente riesgo de caer en una narrativa de superación personal, decido compartir con nuestros lectores algunas reflexiones, traducidas en sugerencias, sobre actividades o actitudes que tal vez te (nos) ayuden a construir un nuevo año más alegre y congruente.

Cada vez que un ciclo se renueva o resetea, emerge la tendencia colectiva a revisar nuestros caminos, evocando un rediseño de ciertos aspectos de nuestra existencia, con miras a lo que cada quien considera como un proceso de evolución. Tal es el caso del año nuevo en el calendario grecorromano, el cual, a pesar de que su origen es esencialmente occidental, actualmente rige la vida de millones de personas distribuidas en los cinco continentes.

Por eso, más allá de cliches anímicos, de efímeros propósitos, o de épicas promesas, lo cierto es que el hecho de que millones de personas compartan una disposición a “mejorarse”, genera una plataforma idónea para montar la ola evolutiva. 


Natura

En caso de que no lo hayas hecho ya, considera una genuina re-conexión con la naturaleza como una de tus prioridades este año. Recordemos que la convivencia con la natura es la religión original de toda cultura humana, es el pulso a partir del cual nacieron todas las tradiciones místicas y los linajes espirituales.

Y quiero aclarar que por reconexión con la naturaleza no me refiero a que te enroles en la eco-moda y corras a comprar artículos biodegradables o acondiciones tu casa para volverla “verde”. La invitación que te hago es  a que continuamente subas la mirada para observar los astros, a que procures caminatas por el bosque o la montaña, a que metas las manos a la tierra y te emociones con lo que de ello resultará y, sobretodo, a que hagas conciencia de que no hay frontera que nos separe de todo lo que ocurre allá “afuera”.

Salud

Re-entabla un diálogo con tu cuerpo, obsérvalo. Por más que trabajes las otras regiones de tu existencia (mental, espiritual, emocional) lo cierto es que si no te haces responsable de tu cuerpo físico, seguramente terminarás arrepintiéndote. Y al cuidarlo evita, de ser posible, frívolos estereotipos y relaciones competitivas. No se trata de que seas el más atlético o la mejor cuidada, tampoco de asistir a las clases de yoga más cool o de utilizar sofisticados cosméticos, se trata simplemente de reconocer en tu cuerpo una herramienta divina que, de cuidarla, jugara un lugar protagónico en el diseño integral de tu existencia.

En este punto vale la pena remarcar la alimentación. Si tomas múltiples medidas para cuidar tu cuerpo pero no enfatizas en este aspecto, será difícil que salgas triunfante. Rudolf Steiner, quien aportó los fundamentos para diversas “escuelas” como la teosofía, la biodinámica, y el sistema de educación Waldorf, afirmaba el hecho de que tantas personas que buscan una comunión con su propio espíritu fallasen en el intento, se debía a que sus cuerpos estaban deficientemente alimentados (y esto lo dijo hace 90 años, cuando era mucho más fácil acceder a una alimentación saludable que en 2014). Por cierto, procura no caer en puritanismos, recuerda que a fin de cuentas tenemos la capacidad de programar cualquier objeto a nuestro alrededor, y si bien resultará más o menos obvio qué alimentos son los que más te benefician, tampoco puedo negar que la divinidad se encuentra en todos lados, incluso en una lata de Coca Cola.    

Sexo

A pesar de las tergiversaciones culturales que se han gestado en torno a nuestra sexualidad, con nefastas manifestaciones como los tabúes, la depravación, o la frivolidad, lo cierto es que el sexo nos permite acceder, como pocas otras actividades, a la auto-conciencia compartida. Y por está ultima razón es que este debiese ser, para todos un año espectacularmente sexual, el sexo, cuando se practica en forma honesta, conlleva una increíble serie de beneficios psicológicos, físicos, y emocionales.

Suelten sus cuerpos, tengan más sexo y menos Facebook, desnúdense con su pareja(s) en la naturaleza, valoren sus cuerpos y los de su otredad, reconozcan en esta actividad a uno de los principales motores energéticos a los que puede acceder el ser humano, y regalen a cada encuentro sexual su atención, su entrega, y un corazón abierto. Copulemos cada vez con mayor frecuencia y mayor belleza, sacudamos la libido artificial que Hollywood nos propone, derroquemos las barreras moralinas, y repliquemos el mágico movimiento del péndulo. Honremos, a través del sexo, al otro yo (que a la vez somos nosotros mismos).   

Obsérvate

Para desarrollar la auto-conciencia, el situarte tú mismo ante el universo, es imprescindible recurrir a la observación. Familiarízate contigo, con los ritmos y patrones de pensamiento que emergen desde tu mente, con la respiración que anima tu presencia.  Tómate tu tiempo para darte cuenta de que te das cuenta, aprende a “parar tú mundo” dentro de la vertiginosa cotidianeidad: haz conciencia, en un determinado instante del día, de tu postura corporal, de tus ritmos biológicos, de tu estado de ánimo, etc. Idealmente, si tienes oportunidad, practica algún tipo de meditación, existen decenas de culturas que recurren a estos ejercicios, pero si no te convence esta última idea, simplemente observa (te).

Creatividad

La creatividad nos remite a la idea de que todos guardamos una porción de divinidad, a que todos tenemos acceso a la creación de realidades, a transformar, a través de nuestra energía, algo originalmente “neutral” en una manifestación del lenguaje. Crea y cree en lo que has creado, y para ello puedes utilizar cualquier disciplinas, desde alguna de las oficialmente consideradas “artes” hasta en la cocina de tu casa, captura fotos con tu teléfono móvil, dibuja círculos en la arena cuando vacaciones, o simplemente photoshopea escenarios con tu imaginación, pero no olvides de ejercer este exquisito don que todos tenemos.

Y con esto termina esta breve serie de cinco propuestas que probablemente contribuyan a tener un 2012 más pleno, más sonriente y vital. Cabe recalcar que estos son, en lo personal, algunos de los propósitos en los que quiero enfatizar durante el nuevo ciclo, pero que de ninguna manera propongo esto habiéndome ya consumado en las mieles de la reconexión con la naturaleza, la disciplina saludable, la sexualidad sin ataduras, o la auto-conciencia cristalina. Y en este sentido, me remito a una última propuesta: trabajemos genuinamente la humildad. La decisión está, y siempre ha estado, en nosotros, y aunque cada quien tiene sus propios ritmos y sus propios tiempos, lo cierto es que parece buena idea que comiences justo ahora, en el preciso momento en que estas terminando de leer estas líneas.

Suerte para todos los lectores, y los no lectores, de Pijama Surf. Recordemos que, inevitablemente, lo mejor está por venir, y que el mar, y el barco que lo navega son, a fin de cuentas, un solo cuerpo. 

* Ojalá me ayuden a crecer está lista con otras propuestas... 

Twitter del autor: @ParadoxeParadis